Destino

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La gente va y viene. Así es como el mundo funciona. No hay por qué intentar crear una amistad entre tu y un extraño.

Ese era el pensamiento que siempre andaba rondando en la cabeza de Kim Yongsun. Puede sonar depresivo, pero así era como Yongsun había sido criada. Claro, la chica tenía una familia que le había dado todo pero que era la familia sino una simple palabra para describir a quienes estabas relacionados por sangre. No era como si su familia velara por ella o por su bienestar, a menos que tuviera algo que ver con su futuro.

Yongsun suspiró, intentando sacar aquellos pensamientos de su cerebro para poder concentrarse en todo lo que su profesor explicaba. Algo sobre el aburrido tono de su voz siempre causaba que su mente se fuera a otros lugares. Economía siempre le parecía una materia tan exhaustiva. Si hubiera sido su decisión, quizá la chica hubiera cambiado de carrera hace un largo tiempo. O quizá hubiera renunciado a la escuela para hacer algo más, como perseguir su sueño entre la música y el arte.

Otro suspiro salió de sus labios aquel segundo, este lleno más por frustración que aburrimiento. La presión de ser la hija de un CEO era bastante alta y no ayudaba tener una familia a la que no le importaba siquiera si Yongsun se mudaba a un apartamento lejos de ellos. Aunque, no podía quejarse del hermoso silencio en su hogar. Era mejor que tener que escuchar palabras estrictas y sermones de su padre que hablaban de no llevar el nombre de la familia en vano. Así que aquí estaba ella, con tres años de carrera en la universidad, centrada en ser la "hija perfecta". Puntajes de 100 en todas sus hojas, estudiante de honor. Sin tiempo para amigos. Los amigos solo estaban en medio de su camino.

¿Su camino? ¿Acaso este era el camino que ella quería tomar?

No. No debería pensar en esas cosas. Yongsun se dijo a si misma mientras comenzaba a guardar sus libros y cosas en su maleta, la clase ya había acabado. La chica hizo una pequeña nota mental de las cosas que debía estudiar al llegar a casa mientras salía por la puerta con los otros estudiantes. Afortunadamente era viernes, lo cual significaba que no debía hacer mucho. Pero no por eso debería perder su rumbo.

Yongsun quitó el oscuro cabello de su frente, mirando aquí y allá sin que los otros estudiantes lo notaran. El sonido de grupos de amigos chateando y organizando planes para el fin de semana resonaba en sus oídos, causando un leve dolor en su pecho. Todos se veían tan felices, sonriendo mientras hablaban de nuevas canciones que habían escuchado en la radio.
Apretando su agarre en las tiras de su maleta, Yongsun caminó aún más rápido hacia la salida.

La energética atmósfera luego de las clases era sofocante. La distraía. Yongsun no tenía tiempo para dejar que cosas tontas como amistad o noticias sobre cantantes famosos la distrayeran.

Sus cejas saltaron ante sus propios pensamientos. Estaba empezando a sonar igual que su padre, ¿No es así? Excelente.

Su apartamento estaba a solo unas calles de la universidad. La chica podía caminar tan lento como quisiera y aún así no se haría tarde, era refrescante caminar por el parque y pasar por las calles comerciales. Las caminatas parecían ser lo único estable en su vida, así que Yongsun se encargaba de saborearlas mientras pudiera. En esos momentos era como si el mundo estuviera a punto de detenerse, el único sonido en el aire siendo el canto de algunos pájaros y las conversaciones de adultos teniendo picnics con sus familias.

Su pecho volvió a latir con aquel dolor, ésta vez un poco más fuerte, pero la vista de su apartamento la detuvo de ponerse sentimental ahora. No era una mansión, pero era lo suficientemente grande tanto afuera como adentro. Ingresando el código en las teclas eléctricas adheridas a la reja de metal, Yongsun fue rumbo a su puerta de madera. Las luces se encendieron automáticamente cuando abrió la puerta y la chica dejó caer su mochila justo al lado de ésta, tirándose al sofá boca abajo. Había un incesante peso en sus hombros y en su cabeza, estaba exhausta aún cuando había intentado mantenerse con energía toda la semana.

Cat Fight | MamamooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora