El Corazón No Late Así De Rapido Por Nada.

CAPITULO 20

Seguíamos mirándonos a los ojos. Levanté la cabeza de su regazo y me senté a su lado. Los 2 mirábamos al frente, le di un codazo a modo de juego y me siguió. Estuvimos un rato jugando a darnos codazos y riendo. Miré el móvil, ya eran casi la una del medio día.

-¿Vamos ya para casa?- me preguntó.

-Vamos- dije levantándome y él me imitó. Pedimos un taxi y nos fuimos a su piso. Cuando lleguemos me dejé caer en el sofá estaba cansada, sobre todo porque me había levantado temprano.

- Estás cansada, ¿eh?- dijo sentándose a mi lado.

-Pues la verdad, es que sí- dije mirándole.

-¿Qué quieres para comer?- dijo cambiando de tema.

- Me da igual, mientras esté rico.

- ¿pollo y patatas?- preguntó encarnando una ceja.

-veeennnga-dije.

-Pues voy a hacer la comida, ponte la tele si quieres- y dicho eso se levantó y se fue por la puerta del salón.  Estuve un rato viendo la tele hasta que me aburrí de hacer zapping y la apagué, me levanté del sofá y fui a la cocina, allí estaba él. Estaba de espalda haciendo la comida, me acerqué con cuidado y le abracé por detrás, rodeándolo con mis brazos.

-que bien huele- me limité a decir.

-Ya casi esta la comida- dijo riendo. Dejé de abrazarlo y me senté en la encimara, como la última vez. Le miré mientras cocinaba, se le veía muy concentrado. Puso la comida en los platos y los dejó a un lado para ponerse enfrente mía.

-¿Qué?- dije mientras nos mirábamos a los ojos intensamente. Rió flojito y posó sus manos en mis caderas.

- ¿Vamos a comer o qué?

-Qué-dije y nos pusimos a reír como 2 locos. La verdad es que tenía gracia-No, es broma, vamos a comer anda- dije y me bajé de la encimera quedando él más pegado a mí. Sus manos seguían en mis caderas pegándome más aun a él. Se inclinó lentamente hasta rozar nuestros labios pero antes de que me besara mordí levemente su labio inferior (como izo él en el balcón) y sonreímos los 2 instantáneamente.

-Tengo hambre- le dije.

-Pues vamos a comer- me dijo en tono burlón y se separó de mí cogió los platos y los puso encima del mantel, en la mesa- ¿Qué quieres beber?

-Coca-cola, si tienes – dije y sacó 2 coca-colas de la nevera. Nos sentamos uno en frente del otro y empezamos a comer.

-Está muy rico- dije pegándole un mordisco al poyo.

- Lo sé- me respondió sonriendo como un niño pequeño. Volvimos al silencio y para romper el hielo le tiré una patata a la cara, como cuando el helado. Me miro con media sonrisa.

-¿Sabes? Tengo helado en el congelador… - dijo a modo de ‘indirecta’.

-oh ¿venganza?- pregunté riendo, asintió con la cabeza. Seguimos comiendo entre risas y tirándonos comida de vez en cuando. La verdad es que pasamos la comida muy divertido. Cuando terminamos de comer sacó el helado y nos fuimos al salón a ver la tele mientras nos lo comíamos. Nos sentamos en el sofá. Me pasó una cuchara y nos pusimos a comer helado mientras veíamos la tele.

-¿Qué vamos a hacer esta tarde?- pregunté

-¿Qué quieres hacer?

- No sé- dije mientras me llevaba una cucharada de helado a la boca-¿Qué te apetece?

-Me da igual, mientras sea contigo me da igual lo que hagamos- dijo y me puse roja, segurísimo.

-¿Tienes algún juego de mesa?- pregunté.

-Claaaaaaaaro, el parchís o… ¿prefieres la oca?- dijo irónico.

-Que tonto-dije mordiéndome el labio inferior.

-¿Tonto?- dijo indignado- pues ahora me enfado- dijo haciendo puchero y cruzándose de brazos.

-¡Oh no!- dije en tono dramático- pues como estás enfadado me voy, pero voy con el helado- dije cogiéndolo y levantándome del sillón.

-eh no- dijo cogiéndome de la muñeca y obligándome a sentarme en su regazo.

-¿Por qué no?- dije mirándole, había dejado el helado en la mesa pequeñita que tiene enfrente del sofá.

-Porque no quiero que te vayas tan pronto- dijo mirándome a los ojos.

- son las 4 y media de la tarde… -dije mirando el reloj- ¿Qué vamos a hacer?- dije volviendo a mirarle a los ojos.

-mmmm no sé podríamos…-dijo acercándose más a mis labios hasta que los rozó.

-¿y qué más?- pregunté sobre sus labios. Y me besó. Pasé mis manos por su cuello y el puso las suyas en mis caderas. Puse cada pierna a un lado de él y me apretó más a él. Pasó sus manos a mi espalda y la acarició suavemente. Nos tuvimos que separa por falta de aire, pero por mí hubiera seguido besándonos, no me importaría asfixiarme si es besándole. Abrí  los ojos y me encontré con los suyos azules, un azul en ocasiones grisáceo o en ocasiones como hoy intenso, un azul muy intenso, te podías perder en su mirada sin querer hacerlo.

Pasé mis manos por debajo de sus brazos y le abracé, él paso sus brazos por mis hombros y me atrajo más a él, aunque creo que era imposible. Estuvimos como 20 minutos callados, abrazándonos fuertemente.

-El chico que ayer estaba contigo en el ascensor… - empezó a decir.

-¿sí?- dije para que supiera que le escuchaba.

- ¿es tu ex?- preguntó.

-sí- dije susurrando, pero lo escuchó.

-¿Cuánto durasteis?

-och-ocho meses- la verdad, es que me costaba hablar de esto. Conocí a Xavi cuando tenía 4 años y siempre habíamos sido amigos, siempre. Un día vino muy feliz a mi casa, estábamos en mi cuarto yo sentada en el escritorio haciendo los deberes y él en la cama.

[Flash Back]

-¿y eso que has venido tan contento hoy?- pregunté dándome la vuelta en la silla giratoria de mi escritorio.

-t-tengo que decirte algo- dijo mirándome.

-te escucho- dije y me senté a su lado.

- a ver no sé cómo empezar…- dijo- es que es complicado…

-Xavi al grano- dije ansiosa de saber lo quería decirme.

-Vale- dijo, me miró a los ojos y me besó, sin más, me besó. Fue un beso, en el que los 2 expresamos nuestros sentimientos y esos que siempre estaban pero nunca sabíamos como decírnoslo. Se separó y me miró sonriendo- ¿quieres salir conmigo?-

[Fin del Flash Back]

Y Ahí empezó todo. Una tarde de otoño empezó aquella historia de la que hubiera preferido que no acabara nunca, pero los finales no siempre son felices.

-wow, eso… es mucho tiempo- dijo dándome un beso en la cabeza.

- Lo sé-me limité a decir. Y estuvimos otro rato como antes, los 2 callados, abrazándonos.

-¿P-porqué cortasteis?- preguntó, esa pregunta e de reconocer que me dolió.