Único.

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Con dieciséis años, Jungwon era el único novio que Riki había tenido.

Aunque el chico era un año mayor parecía no importar demasiado, siempre supieron la manera de acoplarse perfectamente.

Jungwon era un chico muy dulce, detallista y sobre todo amoroso. Todo lo que el mayor hacía a Riki le parecía la cosa más tierna que había visto.

Riki no se quedaba atrás, para Jungwon físicamente era simplemente adorable, quería apachurrar esas lindas mejillitas todo el tiempo. El menor también era un poco, muy, empalagoso con su novio.

Comenzaron su noviazgo cuando Jungwon tenía quince años, casi dieciséis.

Al principio lo mantuvieron en secreto, pero el día que la madre del más bajo los encontró besándose en su habitación fue imposible encontrar una excusa, y terminaron por hacer pública su relación.

Los chicos habían esperado decepción, llanto o incluso algún golpe, jamás imaginaron que la madre del chico chillara de emoción y los abrazara diciéndoles que eran una linda pareja.

Hasta este punto su relación había sido de "manita sudada", siendo tiernos entre ellos y dándose besos todo el día. Jamás habían llegado a nada más, ni siquiera habían intentado tocarse más allá de lo permitido.

Pero desde que habían practicado ese beso francés el mayor no podía evitar una erección al siquiera recordar el momento. ¿Qué podía decir? Estaba pasando por la pubertad y las hormonas no estaban de su lado.

Justo en ese momento, mientras se besaban en la habitación del mayor, este recordó que su familia no llegaría en las próximas dos horas y pensó que era su momento de brillar.

ㅡ¿Jungwon...? –Riki se sintió repentinamente nervioso cuando su novio lo recostó en la cama y se colocó a horcajadas sobre él.

ㅡNiki, eres en lo único que he pensado en esta semana. Me tienes mal... –el castaño oscuro presionó su erección contra el cuerpo contrario, Riki comprendió sus palabras.

ㅡYo... soñé algo así el otro día –habló entre dientes, estaba demasiado avergonzado.

ㅡNo haremos nada que no quieras, bonito –Jungwon dejó muchos besitos por todo el rostro de su novio, especialmente en esos lunares que tanto adoraba.

ㅡJungwon... –el nombrado dejó de dar besos por su rostro e hizo contacto visual para que supiera que lo escuchaba. ㅡ¿Quién... Ah, quién será el "de arriba"? –los cachetes del chico se colorearon de un bonito rosa, su voz sonaba tímida y casi inaudible.

ㅡCreo que... –el mayor no sabía si sería buena idea decir lo que rondaba por su mente desde hace días. ㅡMe gustaría probar ser el de abajo, ¿Estás bien con eso? –fue el turno del mayor de sentir el rostro caliente, tener este tipo de conversaciones con su novio le estaba poniendo muy cohibido.

ㅡNo sé cómo hacerlo –el menor hizo un pequeño puchero, Jungwon sonrió y besó sus labios castamente.

ㅡYo te enseñaré, sólo déjate llevar –comenzó a besarlo de nuevo. Ambos cerraron los ojos sintiendo el contacto, la habitación se encontraba en total silencio que hasta podían escuchar el latir de sus corazones acelerados.

Estaban experimentando sensaciones nuevas y eso les tenía emocionados.

Riki ahora se encontraba recostado en la cama con el mayor entre sus piernas. El coreano le sacó la playera, incitando a que él hiciera lo mismo. Los mismo ocurrió con los shorts que portaban.

ㅡHace mucho calor –se quejó Riki, aún estando sólo en ropa interior sentía la necesidad de desnudarse todavía más.

ㅡEs normal, bebé –Jungwon besó el lunar en el cuello de su pareja, Riki dejó salir un jadeo de sorpresa.

WONKI ! ShyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora