Capítulo unico

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Wei Wuxian culpa al maldito pavoreal de esto. Últimamente lo único que tiene en la mente es la palabra "bebé" la cual danza en su mente a cada hora del día.

El pavoreal quedó en cinta hace algunos meses y su hermana, su dulce Shijie, no para de publicar fotos de los ultrasonidos, de la ropa extremadamente cara que compraron al pequeño Jin Lin, la bendita decoración del cuarto de su hijo, y ¡muchas cosas más!.

Wei Wuxian no está celoso, (¡tal vez un poco!). Pero por culpa del pavoreal, no de su Shijie, no para de pensar en lo perfecto que sería que su Lan Zhan y él tuvieran un hijo propio. Su bebé sería perfecto, ¡porque Lan Zhan sería su padre!. Ya puede imaginar a un pequeño Lan Zhan corriendo por los pasillos de su casa, riendo y divirtiéndose. Y Wei Wuxian se encargaría de mimarlo tanto porque sería un hijo de ambos, hecho con mucho entusiasmo y amor.

Pero claro, hay un problema ¡siempre debe de haber un problema!

Wei Wuxian cree que Lan Zhan no quiere tener hijos. Lan Zhan siempre ha sido cuidadoso con sus pastillas anticonceptivas, y siempre le recuerda que debe de usar condón. ¡Sin importar cuán cachondos estén, Lan Zhan siempre le pide que lo use! . Entonces, la única razón que se le ocurre para justificar esto es que Lan Zhan simplemente no quiere tener bebés lo cual, no había importado, al menos hasta ahora ¡porque el maldito pavoreal no para de restregarle en la cara todo el proceso de su embarazo!.
Si el pavoreal no hubiera quedado en cinta Wei Wuxian nunca se hubiese dado cuenta de lo mucho que realmente deseaba tener un bebé. Más bien, no solo un bebé, Wei Wuxian quiere criar un montón de hijos con su perfecto esposo; porque ellos serían igual de perfectos y hermosos que él.
Wei Wuxian se siente extremadamente culpable. Por varias semanas ha tenido un montón de sexo (lo normal) con su precioso esposo y mientras lo hace no para de pensar en lo bueno que sería que el condón se rompa y su semilla eche raíz en el cuerpo de su esposo. Quiere tanto embarazarlo que se siente extremadamente culpable por tener estos sentimientos.

Su esposo podría odiar quedar en cinta. Y Wei Wuxian se sentiría como el peor monstruo si Lan Zhan se llega a sentir infeliz. Nunca podría perdonarselo.

Es por eso que se obliga a dejar de pensar en lo mucho que quiere ver a su esposo embarazado, totalmente redondo con su bebé. Se obliga a sí mismo a dejar de ver los estantes de las jugueterias. Aparta la vista cuando ve a una familia regresando de parque, porque eso solo le haría pensar en lo mucho que le gustaría pasar tardes enteras jugando con su hijo.

Una noche, un sueño llega a él. O más bien, un recuerdo lejano que se ha desvanecido con el paso de los años.

Wei Wuxian tenía 15 años cuando vio al omega más bonito que había visto en su vida. (Y, en lo que a él respecta, nunca hubo alguien más hermoso que él). Enamorarse fue algo que estaba destinado a ser, ¿y quien no lo haría?. Lan Zhan era perfecto en todos los sentidos. Wei Wuxian no pudo evitar enamorarse y tampoco hizo algo para evitar que ese enamoramiento creciera. Wei Wuxian a la edad de 17 años conoció a su alma gemela; la persona que lo complementaba y lo hacía querer ser mejor persona.

Para Lan Zhan no fue diferente. Enamorarse de Wei Wuxian fue algo que no espero, huyo de él; negándose a la idea del amor porque el amor había destruido a su familia. Su padre y su madre eran una prueba irrefutable de que el amor puede tener finales demasiados trajicos.
Pero Wei Ying, él alfa más insistente del mundo, (o tal vez el mas amoroso) se abrió camino poco a poco hacia el corazón de Lan Zhan. Y le demostró, en aquel entonces e incluso hasta ahora, que el amor no siempre esta destinado a fracasar porque el amor entre dos personas es algo en lo que se trabaja día tras día.

Tan enamorados como estaban no pudieron evitar desear más que simples besos y abrazos; así fue que después de sus diecisiete primaveras cumplidas ellos unieron sus cuerpos sin pensar en nada más.

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