Akuraou x Nanami : Un sentimiento confuso.

solo una gota...

Nanami sostuvo el vial con fuerza en su mano mientras se sentaba a mi lado. Al comenzar nuestro descenso del cielo, dejé que mi vista se desviara hacia la ventana. Los árboles de los terrenos del santuario Mikage aparecieron a la vista y se hicieron más grandes a medida que nos acercábamos. Sacudiendo sus extremidades desnudas con la brisa, parecían dar la bienvenida al regreso de su diosa de la tierra. Sin embargo, la mujer no parecía emocionada de verlos, y en cambio, noté que agarraba el recipiente de vidrio posesivamente en su regazo y continuaba mirándolo.

"Todos regresaron bastante rápido ..."

Mizuki sonrió y se acercó a Mikage ladeando la cabeza con alegría. "Unari nos dio una gota. Me aseguró que esto sería suficiente para garantizar la mortalidad, incluso a Akura-Ou."

Mikage me miró por un momento, luego asintió y comenzó a caminar hacia el santuario. "Entonces nos daremos prisa. Agarra lo que necesites, Mizuki. Traeré a Tomoe."

"¿Mikage?"

La preocupación de Nanami hizo que el dios se detuviera brevemente y miró por encima del hombro. Dándole una sonrisa tranquilizadora, luego atravesó la puerta.

"Hm, ¿supongo que nos vamos entonces?"

No respondí a la pregunta vacía del hombre y miré a la mujer delgada en mis brazos. Vi sus dedos moverse nerviosamente de nuevo sobre el cristal transparente. Se mordió el labio inferior y frunció el ceño. Frunciendo el ceño, la moví en mi agarre para llamar su atención. Encontrando mi mirada, Nanami se tomó un segundo para poner una obvia sonrisa falsa.

"Supongo que esto es todo, ¿eh?"

Entrecerrando mis ojos ante su tono, me quedé en silencio. Algo andaba mal y definitivamente estaba relacionado con los eventos que se avecinaban.

"No te preocupes, Nanami. Pronto, recuperarás tu espíritu y todo volverá a la normalidad", se acercó Mizuki y dijo. "Lo prometo."

Sus ojos color miel adquirieron una suavidad que deletreaba mentiras y le dedicó una sonrisa lastimera. "Gracias, Mizuki."

Se rió entre dientes y luego se volvió para entrar. Una vez a solas, solté un suspiro, muy irritado.

"¿Akura-ou?"

"Sea lo que sea lo que te molesta, olvídalo. Pronto volverás a la normalidad. No tienes que preocuparte innecesariamente".

"¡No es innecesario !" ella se erizó. "Yo tampoco puedo olvidarlo exactamente ..."

"¿Hah?"

Sus mejillas descoloridas se tiñeron de un elegante tono rosado y arqueé una ceja ante la exhibición desprotegida. Nanami frunció los labios y falló miserablemente en su intento de ocultar su rostro de mi vista.

"Tengo que preocuparme…" me dijo en mi pecho.

Puse los ojos en blanco. Esta mujer.

"Akura-ou. ¿Me equivoco al tener dudas sobre esto?"

"Sí", le dije rotundamente.

Ella se levantó en mi agarre para enfrentarme y mostró claramente su miedo injustificado. "¿Qué quieres decir con 'sí' ? ¡No necesitas hacer esto! Una vez que lo hagas, estarás muerto para siempre. Nuestro trato", hizo una pausa y sacudió la cabeza consternada, "nuestro trato terminará".