Todos tenemos días que queremos olvidar, pero,
¿Cómo olvidar un año entero de penas y tristezas?
¿Cómo olvidar los días que estuvimos doblegados por la enfermedad, en la cama pidiendo ayuda?
¿Cómo olvidar los días que sufrimos una herida, una pérdida de un ser querido, o una angustia por lo que pueda pasar mañana?
Somos lo que hemos dejado atrás, somos la huella que dejamos en el camino, esas huellas que siempre nos seguirán.
Quizás no podamos olvidar, quizás no podamos reparar, quizás no podamos arreglar, pero podemos superar.