Ayrton Senna.

Son muchas las dudas que tenemos los jóvenes sobre nuestro futuro profesional. Nos sentimos con la presión de decidir qué rumbo queremos tomar a una temprana edad. En mi caso, desde muy pequeña, supe cuál era el rumbo que quería seguir, el del periodismo deportivo, por ello me matriculé en Comunicación Audiovisual.

Desde que tengo uso de razón, me acuerdo de estar sentada junto a mi padre viendo partidos de fútbol del Real Madrid, e incluso carreras de fórmula uno, gracias a las cuales conocí a uno de mis mayores ídolos del mundo del automovilismo, Ayrton Senna. Por ello voy a realizar un análisis sobre su famoso documental, donde se relata la trayectoria de este gran ídolo para muchos brasileños y seguidores de la Fórmula uno.

Ayrton se mudó a Europa junto a su familia para comenzar su carrera como piloto formando parte del equipo Toleman, escudería de fórmula uno que contaba con uno de los monoplazas menos competitivos y, si lo comparábamos con los demás monoplazas de la parrilla, mucho más lento.

Llegó el Gran Premio de Mónaco (1984), una de las carreras más icónicas y esperadas, tanto para los aficionados, como para los pilotos. Ese domingo de carrera, Senna demostró que llegaba para dejar una huella que, a día de hoy, es imborrable en el mundo de la F1. Sin lugar a duda, dio una lección de pilotaje, remontando desde la octava posición hasta cruzar la línea de meta en primer lugar, pero tras una petición de detención de la carrera por parte de Alain Prost, famoso piloto de McLaren, Senna no fue proclamado ganador. Numerosos medios catalogaron a Senna como: «Un auténtico fuera de serie». Se podría decir, con total seguridad, que Ayrton iba a llegar a ser campeón del mundo si seguía progresando a ese gran ritmo.

En su segunda temporada en la F1 (1985), Ayrton firmó por la escudería Lotus, la cual quería darle todas las facilidades posibles para hacerle campeón. En esa temporada, se podía apreciar a un Ayrton Senna totalmente motivado para crecer como piloto, y para perseguir sus metas.

Su primera victoria llegó en su segundo año como piloto de F1, en el Gran Premio de Portugal. Senna era un genio bajo la lluvia, lo cual le sirvió de ventaja para hacerse con la primera posición, y así subir al podio como ganador de ese gran premio. Él mismo relataba esa experiencia diciendo: «Es algo único, es como una droga que pruebas y no quieres parar». Tras esa victoria, el impacto que comienza a tener esta joven promesa brasileña crece de forma exponencial, todos caían rendidos ante la habilidad que tenía Ayrton al volante de esos monoplazas que conseguía llevar al límite.

A mediados de los años ochenta, firmó por el equipo McLaren, una de las escuderías más fuertes que contaba con Alain Prost como su mejor piloto. Este nuevo fichaje supuso una amenaza potencial para Prost, que estaba asentado en la escudería. Además, es importante añadir que acababa de conseguir sumar recientemente un campeonato mundial a su palmarés. La tensión entre ambos pilotos era notable, Senna entraba al equipo como novato con la responsabilidad de demostrar su talento, y Prost ya era veterano.

Un año más en el Gran Premio de Mónaco, Senna lideraba la carrera con una ventaja aplastante, Prost iba en segunda posición sin opción a alcanzar a su compañero de equipo y rival en la pista. En un intento de llevar el coche al límite, Senna se sale de pista teniendo que retirar el monoplaza de la carrera, lo que facilitó a Prost obtener la ansiada victoria.

Toda la temporada estuvo marcada por la batalla de titanes que mantenían el piloto francés y el piloto brasileño, ambos se jugaban el mundial en el Gran Premio de Japón (1988). La presión a la que estaban sometidos era espectacular. Senna salía en primera posición, por detrás tenía a un Alain Prost con ganas de volver a conseguir otro mundial. Al apagarse las luces y dar comienzo la carrera, Senna se vio en apuros al haber tenido una mala salida que le hizo caer varias posiciones. Cuando todo parecía estar perdido, comenzó a llover, algo que a Ayrton le gustaba. De estar rozando las últimas posiciones de la parrilla, pasó a ponerse en cabeza gracias a una remontada impresionante. Era oficial, Ayrton Senna ganaba su primer campeonato mundial tras acabar primero en la carrera de Japón. Esto supuso una liberación para el piloto brasileño al quitarse un gran peso de encima.