La paciencia es una virtud

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Estamos cruzando el último puesto de comando hacia Arthes, se les pide preparar para su descenso, Noxis les agradece por su preferencia

En la última cabina del vehículo dos personas se mantuvieron sentadas aun cuando todos los demás pasajeros comenzaron a salir, nadie había notado que estaban ahí en todo el viaje, o eso creían.

"Hemos llegado Sar, si no te apuras no tendremos tiempo suficiente para prepararnos" un hombre joven y corpulento estaba de pie, se veía apurado mientras esperaba que su acompañante se levantara, pero aun así no hizo nada por avanzar solo, aunque sus palabras sonaran bruscas el tono con el que hablaba no era nada mas que respetuoso lo que daba a entender una diferencia en el estatus si estabas prestando atención 

La persona a la que se dirigía era una mujer en sus aparentes veintes, no había nada destacable sobre ella por lo que las personas al fondo de la cabina ni siquiera le prestaron atención aun cuando eran los únicos que seguían en el mismo lugar, sin embargo, la mujer no había hecho nada más que fijarse en ellos desde el momento en que el viaje dio inicio, al final decidió que lo mejor era dejarlos ser, ya que, aunque extraños no habían hecho nada inusual. "No te preocupes, llegaremos sin retraso" sus movimientos eran fluidos y elegantes al avanzar hacia la salida y la confianza en sus pisadas era visible pero su falta de presencia hacia que no se notara, el hombre la seguía de cerca mirando cuidadosamente sus alrededores como si esperara ser atacado por un enemigo invisible "Cálmate, me pones nerviosa" al contrario, ella solo miraba hacia delante con una ligera sonrisa apenas mostrándose bajo la capucha, estaba feliz con la vista que la recibió al salir de la nave, grandes edificios y luces, estructuras flotando por encima de las personas y ruidos provenientes de todas partes, todo eso era visible desde el puerto.

Al contrario de los demás pasajeros que avanzaban hacia los paneles de verificación ellos dos se movieron hacia un edifico al costado y pasaron por un portal que brillo verde ante su presencia

Su pase de entrada ha sido verificado, por favor indique su destino

"Llegar de esta forma es rudo, debería saberlo mejor" el hombre claramente no se encontraba satisfecho con el proceder actual y lo extenuó abiertamente

"Fuiste tu el que señalo que llegaríamos tarde Marakim, esta es la forma más rápida" la mujer sabía que su tardanza era su culpa pero encontraba muy satisfactorio el molestar a su compañero, normalmente le contestaria pero esta vez solo recibió un suspiro, era su forma de decirle que no estaba contento

"Obsesivo por el horario como siempre"

"Me gusta que las cosas sigan un orden, lo sabe muy bien" aunque en este caso estuvo de acuerdo de que lo mejor era usar este medio de transporte, entre la etiqueta y el itinerario, el ultimo era mas importante en esos momentos  "Destino: la cámara superior"

Es necesario solicitar acceso, el tiempo estimado de respuesta son 2 horas

"No es necesario, se otorga el acceso a nombre de Sarina Arellis De Kartas"

Procediendo con la verificación... Conexiones neuronales reconocidas... Acceso especial a la cámara superior

Con una ligera fluctuación el portal brilló y la pareja avanzo sin dudar, una sensación de cosquilleo corrió por sus cuerpos antes de desaparecer y un par de segundos después su entorno había cambiado, no había nadie en la habitación salvo por el AI

Bienvenidos a la sala especial, un funcionario será llamado inmediatamente para recibirlos

"No es necesario Nano, desconéctate de esta sala" si alguien fuera llamado seria un problema del que no podrían salir, lo mejor era seguir moviéndose sin que nadie los viera

Orden recibida, desconectando

La forma humanoide que había estado con ellos desapareció inmediatamente después de eso y los dos suspiraron con alivio, Sarina se dirigió a la puerta con pasos rápidos, pero antes de que llegara esta se abrió sin aviso, un grupo de personas los miró desde el otro lado del umbral y al frente de ellos estaba un hombre delgado y bajo bien vestido, este se adelanto unos pasos y miro a las dos personas dentro de la sala con una mirada de precaución

"teniente, ¿Qué está haciendo en este lugar?" Sar no podía estar mas feliz de haberse puesto el uniforme antes de llegar, si los hubieran atrapado vestidos como civiles ya estarían metidos en grandes problemas, además también tenia suerte de que el hombre fuera relativamente nuevo en su puesto y que jamás se haya topado con ella.

"teniente Curtis del escuadrón 403, en presencia del ministro de exterior Marcus Mirr, un honor señoría" ante el formal saludo el ministro se sonrojó ligeramente, el respeto que venia con su puesto era algo de lo que nunca se cansaba y eso se podía observar fácilmente en sus ojos, le gustaba ser venerado "El general nos mando a vigilar la habitación para preservar la seguridad de los distinguidos invitados de Linden" ante esto los diplomáticos de Linden sonrieron tenuemente, que se hayan enviado soldados de elite para protegerlos era un honor y tomaron esta acción muy cálidamente, Ser se sentía un poco mal de estar engañándolos pero al mismo tiempo creía que era algo bueno, no se debía desperdiciar una oportunidad para estrechar las relaciones diplomáticas.

"Ah, ya veo, muy bien gracias, ahora pueden retirarse" no hubieron más preguntas de su parte y aunque estaba agradecida por ello también estaba molesta, sonrió y se movió para salir de la habitación, Marakin siguiéndola de cerca

"Recuérdame encargarme de él" no hubo respuesta pero sabia que Marakim lo haría, tampoco estaba muy contento por la falta de seguridad "Que un hombre así tenga un puesto de ministro es una vergüenza, hay sirvientes mejor calificados" Se movían rápidamente entre los pasillos, evitando a las pocas personas que se habían rezagado, para el momento en que llegaron a los jardines centrales Sarina estaba frustrada del tamaño de los terrenos y estaba a punto de quejarse cuando una risa burlona sonó detrás suyo "Ugh, te odio" el hombre no pudo evitar reírse más fuerte. 

Una parte del palacio imperial estaba completamente restringida, se encontraba en el lado este y no había nada más que arboles rodeando el edificio como para detener a cualquier de mirar, se conocía por el nombre de El palacio plateado  y era donde los príncipes y princesas vivían hasta que cumplían su mayoría de edad, era tan grande como el palacio principal y cada uno  tenía su propia ala privada, la seguridad era extrema y no cualquiera podía entrar

"A tiempo, ves" le lanzo una mirada petulante al hombre 

"No te podrás bañar, ni comer" cruzaron las puertas que separaban el palacio de todo lo demás que inmediatamente se cerraron haciendo un sonido agudo, 5 personas los esperaban en la entrada y se arrodillaron en cuanto vieron a la joven mujer llegar 

"Saludamos a su alteza, la primera princesa" era un saludo corto pero familiar 

"He vuelto" Sarina sonreía, ciertamente había extrañado este lugar "Pueden levantarse" todos lo hicieron y se acercaron jalándola al interior del edificio 

"No hay tiempo, hay que movernos" Una mujer de mediana edad tiró de su ropa suavemente y miró sus manos murmurando algo sobre que estaban demasiado rugosas y otra mujer más joven desató su capa y retiró sus insignias 

"Nana, Erica" las dos mujeres se detuvieron y la miraron "Déjenme llegar a mis recamaras y las dejare desnudarme sin problemas" resoplaron pero hicieron eso "Marakim, ve a cambiarte, sigues siendo un noble, no puedes ir en ese estado" ni siquiera lo miró pero sonrió al imaginar la mirada que le estaba mandando 

"De quien será la culpa" llego como un susurro junto con el sonido de pisadas alejándose 

"Su alteza, su apariencia actual no es muy favorecedora" la Nana miraba su cabello castaño con algo de disgusto "¿Planea bañarse así?" Erica asintió preguntándose lo mismo. Ninguna de las dos había visto a la princesa en meses y aunque su apariencia era siempre diferente esperaban poder verla con su verdadera cara antes que todos los demás 

"Si, será más fácil cambiar después" Sarina sabia lo que querían pero se le hacia mas cómodo hacerlo hasta el final "No tenemos mucho tiempo, hagamos esto rápido" no estaba nerviosa pero le molestaba tener que arreglarse tanto para algo que duraría tan poco y que tendría que volver a hacer al día siguiente. Nada podía hacerse 

El legado de RaelleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora