1

672 66 21
                                    

—¡No te gusto, Eren! ¡Estás malditamente confundido! —Elián gritaba con molestia en su voz, había escuchado tantas veces que su supuesto mejor amigo decía que gustaba del que se estaba hartando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡No te gusto, Eren! ¡Estás malditamente confundido! —Elián gritaba con molestia en su voz, había escuchado tantas veces que su supuesto mejor amigo decía que gustaba del que se estaba hartando.

—¡Elián son mis sentimientos! ¡Claro que me gustas! ¡Me encantas como no tienes una idea! —El menor negó, en realidad no quería que fuera de esa forma, si Eren gustaba de él iba a ser demasiado para él.

—No, Eren. Solo estás confundido, te conozco desde hace 10 años y nunca mostraste que te gustará un chico —El alto tomo las manos del chico intentando que le mirara.

—No lo estoy, joder, Elián. Déjame demostrar cuánto te quiero, me gustas demasiado —El nombrado negó intentando que lo soltará—. Sé que muchos chicos ya han jugado contigo, pero yo no lo haré, no soy ellos, yo en verdad quiero estar contigo, dame una oportunidad. Si te lastimo aunque sea una vez te juro nunca acercarme de nuevo a ti.

Jurar y prometer ya no significaban nada en la mente y corazón de Elián, no después de que tantas personas lo hicieran y lo único que hicieron fue romper aquellas promesas y juramentos.

—Solamente, por favor no me lastimes —Eren le abrazo al ver lágrimas asomarse por su rostro.

Y aunque él odiara las promesas y juramentos, con Eren era todo distinto, era como si solo pudiera aceptar cualquier cosa que él dijera, estaba preparado para ser lastimado por todos, pero si él lo hacía no sabía que haría.

Tal vez debió de haber pensado mejor aquella respuesta.

Todos en algún punto de nuestra vida hemos logrado forjar una forma de ser, una forma de opinar, hasta una forma de vestir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Todos en algún punto de nuestra vida hemos logrado forjar una forma de ser, una forma de opinar, hasta una forma de vestir.

Durante los últimos años Eren y Elián habían logrado encontrarse a sí mismos, experimentando con todo hasta que llegaron a ser quienes eran el día de hoy.

El Jaeger no se consideraba una gran persona, tenía miles de defectos como muchas otras personas. Aún le era difícil quererse del todo, pero aquello llevaba bastante tiempo por lo cual no se preocupaba del todo, sabía que todavía le faltaba mucho, pero él ya estaba más que seguro de lo que él era.

Favorite || Eren JaegerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora