La maldición del castillo

1. Familia maldecida

Se escuchan pasos que corren en el pasillo, se escuchan gritos a lo lejos y yo se que pertenecen a mi madre, este recuerdo lo he vivido demasiadas veces ya, siempre que atravieso este pasaje puedo escuchar la historia a través de las pinturas, te gritan de una manera silenciosa de manera que solo los que ellas quieren logran escuchar. He vivido demasiadas veces ya esta historia, lamentablemente no podía retrasar mi nacimiento, paso los cuadros y llego a mi abuela, la pintura no puede gritarme ya que tengo a la persona en carne y hueso para que lo haga.

A medida que voy cruzando los distintos pasillos del castillo denoto que hay muchísimo movimiento, es inquietante ya que no logro comprender la razón de tanto revuelo, voy de manera tan despistada que no me fijo y choco con la persona que menos esperaba, la alta generala:

- Anika, que haces en pie tan tarde, no quedamos en que antes del cierre debes estar en tu habitación, sabes que todo es por tu seguridad.

- Lo lamento alta generala, me distraje mas de lo necesario afuera- expreso con cierta reticencia, no esperaba que se enterara de mi traspié tan pronto.

Mi abuela me fulmina con la mirada, aunque no es necesario comprendo que cometí muchos errores al permanecer tanto tiempo fuera.

- Ve a acostarte Anika, espero no verte en pie nuevamente.

Mi abuela se retira pero sigo dándole vueltas a todo el movimiento y ruido que hacen las bravkias, no es tranquilizador verlas trabajar tan entrada la noche, a estas alturas ya están en sus habitaciones o en las áreas de vigilancia y rastreo preparándose para las largas noches. Todo esto mientras que yo solo tengo permitido permanecer encerrada en mi habitación tal prisionera de antaño.

Ya en mi habitación puedo observar a través de la ventana, a lo lejos se pueden observar sombras en la floresta, no podría asegurar que esas sombras no me devorarían en tres segundos si me pillan desprovista, por lo mismo he tenido entrenamiento bravkia desde que tengo uso de razón, siempre me han protegido de todos los males pero hay maldiciones de las que no se pueden escapar, hace siglos mi familia fue maldecida por una gran hechicera llamada Eris, desde ese entonces toda aquella que tenga sangre Adeen es nacida y muerta bruja, el problema con la brujería, es que esta no se controla fácilmente, y lo más difícil de comprender es que todo tiene un precio.