3

1.1K 160 75
                                    

— ¿Y entonces que harás?

— Solo quiero dormir.

— No seas tonto. — De un solo movimiento, Inupi despojó las mantas que cubrían a su rubio amigo, dejándolo completamente descubierto. — Te espero abajo, nos preparé el desayuno mientras dormías como una roca.

La noche anterior Chifuyu lo había llamado por teléfono pidiéndole por favor que vaya a su casa, la voz quebrada y los sollozos que se escuchaban al otro lado de la linea, solo significaban una cosa. 

— Siéntate, ahora te sirvo. — Ordenó Inupi, mientras se disponía a servir jugo de naranja en dos vasos.

— Si mamá. — Dijo con burla Chifuyu sentándose en la pequeña mesa. — Te queda bien por cierto.

— No te burles, me lo puse para no ensuciarme.

Inupi se sacó el delantal rojo que tenia puesto, para luego coger dos platos y colocar las tostadas que había preparado con tanto esfuerzo, poniendo ambas porciones en la mesa, se sentó junto a su amigo.

— ¿Regresaste con Koko? 

Cogiendo una tostada del plato. Chifuyu dio un gran mordisco para probar, grande fue su sorpresa al darse cuenta de que sabían tan bien como se veían. Vio como su amigo esbozaba una pequeña sonrisa por la pregunta que había formulado, al menos alguien la estaba pasando bien.

— Le di una oportunidad. 

— ¿En serio? bueno, me alegro por ti, al parecer ustedes dos parecen encajar perfectamente.

Chifuyu bajó la mirada para seguir comiendo, mentiría si no le había dolido decir lo ultimo.

— Gracias Fuyu, pero yo estoy aquí para hablar sobre ti, no de mi relación con Koko, así que dime ¿Qué es lo que harás ahora?

— Pues nada, me enfocaré en estudiar, este es nuestro ultimo año y quiero terminar bien.

— ¿Por qué haces eso?

— ¿Hacer qué? 

— Estudiar Fuyu, tus notas son excelentes, incluso mejor que las mías. No sé, sal a divertirte. 

Carcajadas reventaron en la pequeña cocina, Inupi frunció las cejas enchándole una mirada confundida a su amigo. Chifuyu al ver la mala cara que le estaba dando el albino decidió callarse, mientras se recostaba nuevamente en el asiento para seguir comiendo las ricas tostadas.

— ¿Es broma verdad?

— No.

— Bueno, me encantaría pero...

— Pero nada — lo interrumpió Inupi — Ya que estamos hablando sobre esto, este fin de semana salgamos.

— ¿A donde?

— A un bar, conozco uno por aquí cerca.

— Inupi...

— ¡Vamos hombre! Sal a despejar esa mente, estoy seguro que la vas a pasar bien.

La idea de salir con Inupi no sonaba mal en su cabeza, habían pasado varios meses desde que no salía a pasar el rato en un bar, la ultima vez que fue, había sido con Baji a su lado, que terminó con un Chifuyu alcoholizado soltando incoherencias por doquier. 

Si bien ahora ya no estaba con él, salir a despejar su mente para olvidarse al menos por un momento del pelinegro, parecía una buena opción, a las finales, todavía era joven, no tenia por qué torturarse encerrándose dentro de su estudio.

— Que me queda. — Dijo Chifuyu resignado.

El albino soltó un grito de emoción al oír la respuesta, sacar a Chifuyu para que se olvide de ese azabache era lo mejor que podía hacer. No le gustaba para nada como su amigo cada día se veía más demacrado y triste, Chifuyu era muy lindo y el se encargaría de hacer resaltar eso.

back 2 you | bajifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora