¿RECOMPENSA O CASTIGO?

ONE SHOT

- Esta es mi primera historia, asi que lo siento si esta mal escrito o algo parecido.

- Este OneShot, esta participando en los "The Boke Choice Awards"

Ey! Tobio! Despierta — le grito al oído

Ugh, déjame dormir cariño — dijo mientras se daba la vuelta en dirección al pequeño diablillo que interrumpía sus sueños, dándole un beso a ciegas.

Tobio, levántate que llegare tarde a la universidad— comenzó a sacudirlo para despertarlo sin éxito, considerando la diferencia de tamaño y masa muscular.

Mmm... en ese caso falta, y durmámonos — con un bostezo.

No puedo, tengo examen, vamos apúrate, que tal si cuando llegue de la universidad te doy un regalo sorpresa — intentando una estrategia que nunca falla (al menos para ellos): el trueque.

¿Regalo? Que es? — eso pareció causarle interés, porque abrió los ojos al instante, pues ya se imaginaba de que se trataba, pues, todos las veces terminaban con el mismo "obsequio"

Si te digo, ya no será sorpresa Tontoyama — respondió

Ugh... esta bien, solo desayuno y nos vamos — comenzó a levantarse y a buscar ropa en su armario.

¡No! ¡Ya es muy tarde Yama! No voy a llegar a tiempo

Prefieres llegar a tiempo a la estúpida universidad, que la salud de tu esposo, me podría desmayar!

¡Eso es tu culpa, por no despertarte temprano! — dijo con un pucheo

Kageyama frunció el seño, en respuesta a lo dicho por su pequeño marido, que el amaba, de eso no había duda, pero ahora mismo quería patearle el trasero.

Aunque esa situación no es muy habitual, sucede al menos 10 veces al año, y todas esas veces Kageyama a tenido que aguantar sus rabietas infantiles.

¡DE acuerdo!, vámonos entonces — mientras Kageyama salía de su cuarto, ya vestido.

Los dos se montaron en el auto y Kageyama prendió el carro, para proceder a salir de su cochera, y dirigirse a la dichosa universidad en la que estaba su esposo.

Ya llegamos, ¿Feliz? — dijo enojado y con la cara de pocos amigos

Gracias Yama y ... — comenzó a rebuscar en su mochila y saco un topper de plástico, lleno de comida y se lo entrego — no creas que soy tan mal esposo, para dejarte sin desayunar.

Ahh... como puedes ser tan lindo, carajo! — recibió el topper y adicionalmente un beso rápido en la boca por parte de su esposo.

¡Bien! Ya me voy, nos vemos luego — procedió a bajar del carro

Cuídate, amor — cuando Hinata ya se había bajado del coche, el cual volteo y le regalo una gran sonrisa.

Luego Kageyama se dirigió a su trabajo, pues era el gerente de una gran empresa de automóviles como lo era Toyota Motor.

Buenos días Sr. Kageyama — le saludo la recepcionista

Buenos días Srta. Yachi – respondió cortésmente

Se dirigió a su oficina y se encerró en ella, para poder desayunar lo que su esposo le preparo. Después de aquello, comenzó a trabajar, pues tenia mucho que hacer, y no tenia mucho tiempo, ya que su turno terminaba a las 6 de la tarde, y eso era en aproximadamente 10 horas. Además, estaba ansioso por ver que le daba su esposo, cuando llegara a la casa.

Después de 9 horas.

Mm.. ¡Al fin acabe! — dijo mientras se estiraba y revisaba su reloj — y una hora antes, genial! — procedió a guardar todos los documentos, y a prepararse para salir del trabajo.

Se despidió de todos y procedió a dirigirse a su auto que era un Toyota, obviamente. Prendió el motor y salió del parqueadero rumbo a su casa donde le esperaba su esposo con su regalo "sorpresa", pero con lo que no contaba era de un trafico debido a un accidente triple.

Se demoro 4 horas en llegar a su casa, ¡cuatro!, y Kageyama estaba molesto por eso, claro llamo a Hinata para que no se preocupara y el muy gentilmente le respondió: ten cuidado, yo esperare, pero eso no quitaba su molestia con el imbécil que se le ocurrió manejar borracho y drogado.

Al llegar se sorprendió mucho, porque la casa estaba a oscuras, exceptuando el dormitorio principal, así que decidió entrar.

¿Amor? — grito a lo que se dirigía a las gradas que daban al segundo piso.

A lo que intentaba subir, se dio cuenta de algo en el suelo.

¿Rosas? — eran aproximadamente diez mil pétalos de rosa, regados por todas las gradas, junto a una nota.

Si quieres tu regalo tendrás que seguir el camino de rosas, te aseguro que te va a encantar.

Posdata: me demore mucho haciendo esto, así que será mejor que lo aproveches, porque no vuelvo a hacerlo.

Con gran curiosidad hizo lo que decía la carta y encontró posiblemente la escena mas erótica que ha visto en sus 5 años de casado con su alma gemela, que espera que se repita y pronto, pues Hinata yacía arrodillada con una venda en los ojos y con ¡lencería!, encima de la cama.

Kageyama trago seco, al encontrarlo en ese estado de sumisión.

Hinata, así que de esto se trataba tu sorpresa — dijo mientras se acercaba a su presa, cual lobo hambriento.

A lo que Hinata solo asintió, y le entrego unas esposas con una nota.

Estoy a tu disposición, hazme lo que tu quieras.

Tobio

Eso era suficiente para subir el lívido de Kageyama, el cual procedió a tomar a Hinata, acostarlo boca arriba y posar sus manos en el respaldar de la cama para proceder a esposarlo a la misma.

Te ves muy bien, Hinata — comenzó a devorarle la boca.

Vuélvete loco Tobio — acompañado con un gemido.

Esa noche le pertenecía a ellos, eso era evidente, y lo demostraron con los gritos y gemidos que salían sin pudor de sus cuerpos. Cave recalcar que esa noche fue fantástica lo que se evidenciaba con los chupetones que tenía Hinata por todo su cuerpo, especialmente en su cuello, y por los rasguños que tenía Kageyama en su espalda.

El primero en despertarse fue Kageyama, y fue seguido por Hinata, el cual todavía seguía somnoliento.

Creo que de ahora en adelante, me gusta mas la idea de no levantarme temprano — mientras acariciaba el cabello sedoso de Hinata

¿Eh? ¿Por qué? — pregunto curioso

Porque me encanta como te las ingenias para volverme loco con tus "regalos" — dijo con una sonrisa, sorprendentemente, "no aterradora"

T‐Tobio! — con la cara roja de toda la vergüenza que sentia.

Y entonces se volvieron a dormir otra vez, abrazados y con besos de por medio, pensando que es sábado, lo cual estaban equivocados, pues era miércoles.