Ilusión de una efímera navidad [Itachi x Hinata]

Preludio de aniquilación

Disclaimer: Naruto le pertenece a Masashi Kishimoto, solo escribo por diversión, para shipear a mis personajes favoritos y sin ánimos de lucro

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Itachi Uchiha iba caminando sin un rumbo fijo, había tenido una reunión con el consejo de la aldea sobre la situación de su clan. A sus trece años de edad cargaba con una gran responsabilidad, mediar entre los intereses de su clan y el bienestar de la aldea de Konoha.

Caminaba exhausto, no deseaba llegar a casa aún, seguramente su padre comenzaría a repetirle sus obligaciones como futuro heredero, que él debía ser el primero en apoyar y ayudar a planificar el golpe de estado, sin embargo solo deseaba poder dejar un momento aquel conflicto y descansar un poco. Subió a la rama de un árbol y contemplaba las aguas del río que estaban frente suyo.

Estuvo sin pensar y dejándose llevar por la leve brisa del viento cuando unas voces lo sacaron de su ensoñación.

– Hinata-hime no debe llorar, ser un ninja de Konoha es un orgullo – Itachi escuchó la voz de su primo y mejor amigo: Shisui Uchiha.

– P-pero es que no me gusta pelear – respondió una dulce y melodiosa voz

– A nadie le gusta pelear, pero es algo que como ninjas debemos hacer – Shisui tomaba el rostro de la chica y limpiaba sus lágrimas. – Eres la heredera del clan Hyuuga, sé que dentro de ti hay un gran poder y una gran voluntad que podrán ayudar a Konoha y a las personas que amas. – fue hasta entonces que se dio cuenta de la presencia de Itachi. – ¡Hey! Itachi, ¿Qué haces ahí escondido? –

Itachi bajó de un salto y miró a la niña que estaba con Shisui, la ropa que vestía estaba sucia y podía notarse la curación que había en ambas rodillas, tenía sus ojos muy rojos de llorar y sus pequeñas manos no paraban de temblar.

– Hinata-san, ¿qué ocurrió? – Itachi la conocía, era la hija de Hiashi Hyuga, el líder del clan Hyuuga, se habían saludado en un par de ocasiones en eventos formales, esa niña siempre tenía la mirada triste...

Ella lo miró y bajó la mirada, la presencia de Itachi la intimidaba, sabía que él era un genio y su padre siempre decía que ella debía ser mejor que él.

– Parece que el pequeño Sasuke se emocionó entrenando en la academia y terminó limpiando el suelo con Hinata-hime – respondió Shisui y sonriendo a Itachi.

– Hmp, tendré que hablar con él –

– N-no es necesario, f-fue mi culpa... yo no pude esquivarlo – susurró la pequeña.

– Le dieron permiso a Hinata-hime de salir temprano de la academia pero su cuidador no estaba y yo me la encontré camino a su casa y decidí invitarla a dar un paseo y limpiar esos raspones –

– ¿No deberías llevarla a su casa? Seguramente se preocuparan por ella – consultó Itachi mientras se dejaba caer en el pasto.

– N-no me buscarán sino hasta después de la hora de salida de la academia – respondió tímidamente la niña.

– ¡Ya se! Te invitaré un helado, ¡no tardo! – Y Shisui desapareció en un santiamén.

Hinata e Itachi se quedaron solos y un silencio incomodo los inundó, pero Itachi no se inmutó y la chica comenzó a jugar con sus dedos.

– Ettoo... Itachi-san... – él hizo un movimiento con su cabeza dando a entender que la escuchaba – yo... quiero decir... Sasuke no quiso... – pero Itachi la miró y ella perdió el poco valor que juntó.

– Un shinobi siempre debe saber cómo comportarse ante el adversario – Itachi le hizo una seña para que también se sentara –...no se puede atacar con la misma ferocidad a un genin que a un Jounin, y debo admitir que yo le he enseñado algunas técnicas más avanzadas de lo que hacen en la academia a su nivel – por un segundo Hinata creyó ver un gesto de orgullo por parte del shinobi y sintió envidia de Sasuke, por tener a alguien que creyera en él.