𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 9

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Mordí mi labio inferior y me reté a mi misma por tener esos pensamientos, en este momento. Sacudí un poco mi cabeza y logré despejarla un poco. Regresé mi mirada hacia el probador, estaba en la punta de los pies, se giró hacia la puerta y una vez más giró dándole la espalda a la puerta. La cerradura giró y rápido desvié mi mirada hacia el techo. Estúpido, lo sé. Escuché su suave risa, volteé y vi que solo su cabeza salía del probador.

— ¿De qué te ríes?— pregunté curiosa.

— ¿Y tú que miras en el techo?— volvió a reír. —Ven, necesito que me ayudes— mis ojos se abrieron a tope, pero traté de disimular.

— ¿Y-Yo?— indagué y me miró con reproche.

—Si no quieres llamo a alguien más— la mire seria y dejé todas las bolsas en el piso.
Me paré frente a ella, bueno frente su cabeza que era lo único que podía ver.

— ¿Con qué te ayudo?— pregunté y se hizo a un lado.

—Entra— dijo pero me quede paralizada, no era buena idea que me dejara entrar. — ¡Tzu me verán!— oh no, eso no. Entré al pequeño cubículo y cerró la puerta. —Súbeme el cierre— me dió la espalda, dejándome ver el cierre que venía desde la parte baja de su espalda. Subí en contra de mi voluntad lentamente el cierre. Rápido se dió media vuelta para verse en el espejo. Se veía con detenimiento, no parecía convencida. ¡Y como no iba a estarlo! Era un vestido negro.

—Se te ve hermoso— di un beso en su hombro, en realidad se le veía perfecto.

— ¿De verdad?— preguntó insegura —El color no me convence— lo sabía.

—Si de verdad— sonrió —...Pero no lo llevaras. — su sonrisa se esfumo y una mueca de incomprensión se formo.

— ¿Por qué no?— nos mirábamos por el espejo.

—No saldrás a la calle con eso— la abrace, no quería que se enojara y empezáramos una discusión —Es muy corto— carcajeó y quitó mis brazos.

—Tzu, no está corto— al menos no había gritado.

—¡Oh si lo está!— me crucé de brazos y ella lo hizo también. Ninguna pensaba ceder. Ella aseguraba que lo llevaría y yo aseguraba que no lo haría.

—Yo no te digo que puedes usar y que no— replicó molestándose un poco, había que reconocerlo ambas estábamos haciendo un gran esfuerzo por no gritarnos.

—Perfecto— le guiñé un ojo —De todos modos no lo llevaras— me di la media vuelta y escuché como gruñía, no tardaría en explotar.

—No Tzuyu, espera — su tono de voz cedió. La verdad yo no tenía planeado entrar y discutir. —Baja el cierre— lo baje, al parecer esta vez yo había resultado victoriosa.

Me acerqué para besar su cuello pero se hizo a un lado – ¡Mierda!- grité por dentro. Como si ella fuera a dejarme ganar.

—Gracias ya puedes salir— dijo cortantemente.

Salí y me senté donde estaba anteriormente, Esta mujer simplemente no sabía dar su brazo a torcer.
Salió del vestidor con una mirada seria y un montón de ropa en su brazo derecho, me puse rápido de pie y la aborde quitándole todo de las manos para que no cargara, no me convenía tenerla de enemiga.
Aún cargado de bolsas y ropa quise tomar su mano pero se hizo a un lado. Bien Hecho Tzuyu..

Pov Sana

Me paré frente a la caja junto con Tzuyu quien dejo todas las cosas en el mostrador.

— ¿Tarjeta o Efectivo?— preguntó la castaña tras el mostrador.

—Efectivo -

—Tarjeta— corregí a Tzuyu, todas las demás compras ella las había pagado en contra de mi voluntad. Era mi novia, no mi esposa. No tenia por que mantenerme ni siquiera aún que fuera mi esposa. Me miró desaprobatoriamente, la ignoré y entregué mi tarjeta. —Ese no lo llevaré— le dije antes de que marcara el vestido negro.

—Es muy lindo, ¿No te gustó? -

—Sí, es lindo— sonreí forzadamente —Pero no me convence — siguió marcando las cosas y guardándolas en bolsas.

—Gracias por su compra— dijo con una gran sonrisa mientras me entregaba todas las bolsas.

— ¿Te ayudo?— habló Tzuyu para ayudarme con las bolsas, pero me negué. —Vamos Sana— alargo —No seas chiflada— la miré fulminantemente, estaba más que enojada. Pero estaba haciendo un enorme esfuerzo para no gritar. —Elige otro vestido, el que quieras— se acercó a mi —No estés enojada— dió un rápido beso en mis labios. Miré hacia abajo.

Pov Tzuyu

Levantó su mirada un poco mas risueña —Me vuelve loca tu sonrisa— la alagué y una pequeña sonrisa comenzaba a asomarse. Como pude la abracé ya que era algo difícil hacerlo con tantas bolsas.
Paso sus brazos por mi espalda abrazándome también antes de unir nuestros labios. Al parecer había sido más fácil de lo que pensaba.

—Y si mejor yo escojo algo para ti...— ese tono de voz, esa mirada. Mi novia era una manipuladora de primera.

—No lo creo— le dije divertida mientras trataba de besarla de nuevo pero me empujó.

—Entonces vámonos ya— nuevamente cambió su tono a uno más duro.

— ¡Sana!— la tomé de la mano.

—Suéltame -

— ¿Estarás así todo el día?— pregunté con fastidio. Sabía que quería estar con ella y utilizaba eso para aprovecharse de mí.

—A menos que me dejes comprar el vestido o algo para ti— su tono de 'convencimiento' volvió.

Pensé con detenimiento las opciones que me daba, si le compraba el vestido todas las idiotas y los imbeciles del campus lo disfrutarían y no sería divertido tener que golpear a cada uno de los que tuvieran la valentía de mirarla.
La segunda opción ¿Qué podría comprar para mí? ¿Una camisa? Sin duda esa era la mejor, si no me gustaba simplemente la desaparecía. Era más fácil, ya que ella no me perdonaría que dañara algo de su armario.

—Está bien, elige algo para mí— una perversa sonrisa se apoderó de su rostro.   

𝗠𝗲, 𝗠𝘆𝘀𝗲𝗹𝗳 𝗮𝗻𝗱 𝗛𝗲𝗿 • 𝚂𝚊𝚝𝚣𝚞 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora