Capítulo 10 Straycat

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Nota de la autora: OJO, no obtuve ninguna idea por parte de los comentarios así que voy a escribir la primera mierda que se me ocurra, también quiero decir que los capítulos serán mas cortos de ahora en adelante, mis más sinceras disculpas.

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Kio: ¿Quiénes son ustedes?

Yoshio: Somos solamente dos empresarios en busca de un refugio.

Kimura: ¿Porqué tan infeliz?, escucha tu servidor es un jefe de la mafia por parte del norte y Yoshio es un político, así que ya sabrás porque siempre intenta dar lastima.

Lin: Se nota que la manipulación la lleva en la sangre, que repugnancia.

Hiroki: Mira quien habla.

Kio: Tú tampoco eres quien para hablar, bueno no importa, esta no es mi casa de todas formas, pueden quedarse.

Hiroki: Necesito quitarme esta horrible resaca. Resopló apenas se le pasó el efecto del alcohol.

Kio: ¿Y que estás esperando entonces? Ya es bastante tarde, antes de irte a dormir escolta a Yoshio y Kimura a las habitaciones de invitados del cuarto piso para que estén cómodos.

Hiroki: ¿De qué estás hablando, estos dos no merecen estar ni en la casa del perro, pero soy una persona generosa.

Lin: ohh ¡¿Así que ahora ellos son los perros?! ¿Qué pasó con el cachorrito esperando por una orden de su amo?

Kimura: Que amigable Hiroki.

Hiroki: Lo sé, por favor síganme, los guiaré al primer piso.

Yoshio: Sí, claro, bastante amable.

Y así fue como los cuatro que estaban en la habitación ignoraron épicamente a Lin.

Después de que Hiroki haya escoltado de muy mala gana a los dos invitados, se fue hacia su habitación, ya que en lo que estaba ocupado, vio que Kio subió al cuarto piso, pero al entrar en su habitación, Kio no se encontraba ahí, así que decidió ir a la habitación siguiente, después de todo se la había dado con un gran aprecio e incluso decorado mejor que la suya, y cuando fue a ver quedó enfadado, Kio, SU Kio estaba hecho una bolita pues su cama no tenía siquiera su cobertor, así que se dirigió a el con paso lento, y lo cargó lentamente con una delicadeza extrema, como si estuviera sosteniendo una flor con pétalos delgados en sus brazos y caminando hacia su habitación de vuelta, lo dejo en su cama y le dio un dulce beso en los labios, y todo era perfecto...hasta que ronco... y podía jurar que sus ronquidos podían despertar hasta los del primer piso y todo se volvió aún más perfecto, se hubiera quedado dormido junto a el si no fuera por tener algunos asuntos pendientes.

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Hiroki: Ahora dime mucama idiota, ¡¿Quien demonios te dijo que dejaras sin cobertor la cama de Kio?!

Mucama: Pe-perdón señor no volverá a pasar, pensé que-que como el joven amo durmió en su ha-habitación desde que llegó no no era necesario pon-ponerlo.

Decía temblando y casi muerta de miedo una señora de casi 60 años en susurro inaudible pero que por mala suerte Hiroki escuchó cada palabra.

Hiroki: Mire señora, lea el párrafo 32 de su contrato laboral. Dijo de lo más tranquilo.

Mucama: ''Por ordenes federales, con su completo consentimiento puede trabajar en tiempo completo más horas extras con una paga extra todos los días, en el momento en que usted deje de trabajar será ejecutada por incumplimiento de firma con palabra autorizada en esta ficha de autorización legal por la política de la zona centro.''. Leyó horrorizada del reglamento tan absurdo que se vio obligada a firmar por su situación económica.

Hiroki: ¿Y se puede saber que viene después?

Mucama: M-Mi f-firma. Contestó al borde del llanto y desesperación.

Hiroki: Exacto, usted firmó y los demás tienen que saber que pasa si le faltan el respeto de manera tan descarada a Kio. Y sin previo aviso agarró la pistola que tenía en la mesa ''por mera decoración'' y le disparó a la cabeza sin pudor alguno frente a los demás sirvientes y por si no fuera suficiente dio la orden de limpiar el cadáver, que por supuesto ya todos sabían como limpiar y dejar todo sin ningún rastro.

Hiroki: ¿Dónde está Straycat?

Charlie: ¿Me llamaba señor?. Venía caminando elegantemente un hombre canadiense, era alto y siempre llevaba un traje blanco que combinaba bastante bien con su cabello negro y sus ojos verdes brillantes y se camuflaba con su piel, caminaba tan seguro y sutil, que cualquiera que lo mirara lo confundiría con un león blanco.

Hiroki: Oye straycat prepara la indemnización para la señora flores.

Charlie: Entendido señor, la indemnización que le tocaba era de 50 dólares cuando nos contacto, pero por ahora la situación está complicada, ya sabe, eso de la constitución siempre interfiere, creo que tenemos que agregar un cero más para evitar que la familia denuncie, las personas siempre se mueven por dinero y por ser inmigrantes lo aceptarán de inmediato, prepararé el dinero y una canasta de frutas para rematar.

Hiroki: Por algo es que eres tú quien maneja mis finanzas.

Charlie: Señor debo preguntarle porqué la mató por la situación, la señora flores trabajó fiel a usted durante 30 años, fue algo exagerado matarla porque le faltó un cobertor.

Hiroki: No le faltó cualquier cobertor, eso no me importa, pero ese era el cobertor de Kio.

Charlie: Ya veo, después de todo nunca dejaste de hablar de el en todo el tiempo que nos conocimos.

Hiroki: Sí, recuerdo que antes de estar en la posición en la que estoy todos me miraban con odio, me miraban con asco, me miraban como una basura y en la actualidad me miran ambición, me miran con miedo, ahora me miran como si fuera un idiota que solo mata por diversión y dinero, la gente me da repulsión, las únicas dos personas que no me miraron así fuiste tú, que me miraste con superioridad, pero por el contrario no había ningún tipo de lástima, con apenas quince años leía en los periódicos que tiraban en la calle lo rico y exitoso que eras, y la segunda persona que me miro diferente fue Kio, que me miró con una inocencia, una tranquilidad y sinceridad increíbles, lo deseaba, deseaba verlo más y contemplar esos ojos que me llenaron de esperanza.

Charlie: Y al parecer esa esperanza funcionó, pues los roles se invirtieron.

Hiroki: Sí así fue, cuando yo ya era el jefe de la mafia de la zona centro y tu no contabas con las inversiones que tu padre gastó y tu no permitiste te llevarían a la ruina, pensar que el gran genio exitoso quedaría en las calles pidiendo limosna completamente abandonado por su familia y soportando la humillación el solo, esa vez yo estaba en un viaje de negocios y te miré con la misma superioridad con la que tú me mirabas hace medio año, sin embargo ni te importó, seré sincero eso me sorprendió.

Charlie: En esa época todos los días, iba a atravesarme a las vías de un viejo camión y esperaba a que pasara solo para arrepentirme 5 segundos antes y quitarme de las vías, no me importaba nada en realidad.

Hiroki: Eras un verdadero cobarde.

Charlie: Lo sé, y me arrepiento, sobretodo porque cerraste por completo las vías y me amenazaste de despedirme si me acerco, yo no soy el verdadero cobarde.

Hiroki: Sabes bien que no puedo ser político sin esa mente, odio la administración.

Charlie: Oh vamos, yo sé que tú sabes que simplemente me sacaste de las calles y me diste trabajo solo para sentir que tú moral es superior a la mía, no has demostrado lo contrario en todo este tiempo.

Hiroki: Yo sé que tú sabes que yo sé que no puedo vivir sin tí.

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Tras bambalinas se encontraba Kio que iba por un vaso con agua que escuchaba toda la conversación y sintió un leve dolor en el pecho, una sensación extraña que por raro que suene lo hacía enojar, pero decidió echarle la culpa a la pasta boloñesa que comió de más, no podían ser celos, claro que no, después de todo era un milagro siquiera que no le tuviera miedo después de haberlo violado ¿Cierto?

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⏰ Última actualización: Dec 17, 2021 ⏰

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