³ || Berrinche

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Una de las cosas más molestas en un resfriado son los mocos. Terminas con miles de pañuelos usados alrededor de la cama y con un dolor terrible en la nariz por sonarte tantas veces.

Esta era exactamente la situación en la que se encontraba Win, y tenía un problema aún peor: se habían acabado los pañuelos.

-Baaaaiiii~ -canturreó Win a su novio, éste lo escuchó desde la cocina y se dirigió enseguida a la habitación para ver qué se le ofrecía.

-¿Qué pasa, amor? -preguntó recostandose y abrazando al pelicastaño.

-Ya no quedan pañuelos.

-Voy a comprar más enseguida, esperame 10 minutos. -besó a Win y justo al tratar de levantarse de la cama, este lo detuvo.

-Quiero ir contigo. -Bright frunció el ceño en señal de confusión. -Me he sentido bien hoy, así que creo que ya puedo...

-Winnie, ¿Estás loco? Si sales hasta tus mocos se congelarían, es mejor que te quedes aquí. -dijo el mayor sonriendo, intentando no hacer enojar a su novio..

-Pero yo de verdad quiero ir. -reclamó haciendo puchero.

-Lo siento, mi vida. No quiero que te enfermes más de lo que ya estás, así que no puedes salir.

-Está bien. -se rindió, cambiando el puchero a un rostro completamente serio que incluso llegó a causarle escalofríos a Bright.

Pero por más que quisiera cumplir los caprichos de su novio no quería empeorar su condición, así que salió a comprar los dichosos pañuelos y en diez minutos ya estaba de vuelta en el apartamento.

-Winnie, ya volví. -avisó tratando de abrir la puerta de la habitación, pero se dió cuenta de que Win la había cerrado con seguro. -Abreme la puerta, amor.

-No quiero.

-Vamos, lo hice por tu bien, bebé.

-Yo no te pedí que me cuidaras.

-¿Cambiarías de opinión si te digo que te compré muchos caramelos? -Bright escuchó el seguro de la puerta ser removido y luego se encontró siendo apretado por los brazos de su tierno novio.

-Eres un tramposo, pero aún así te adoro. -dijo volviendo a su estado meloso.

-Y tú eres un berrinchudo, pero me encantas así. - se besaron por unos segundos hasta que Win se separó, haciendo un gesto tierno y extendiendo la mano.

-Ahora, quiero mis dulces.






-Ahora, quiero mis dulces

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¡Achú! ლ [Adapt. BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora