I'll be there | Kɑisoo

Remember me

—Amo esto

—¿Ver la primera nevada del año en el río Han y que sea navidad?

—No, estar hoy aquí contigo, hyung.

❄ — 25 de diciembre del 2021 — ❄

—Sabes que no vendrá, ¿cierto?

Preguntó Sehun, viendo hacia Kyungsoo con cierto pesar y un brillo tenue de lástima en sus ojos, el castaño permaneció con la mirada en el río Han, viendo el reflejo del atardecer que ahora se proyectaba delante de ellos, soltó un suspiro, sin responder a las palabras que su amigo había dicho hace unos segundos.

—Han pasado 3 años, hyung. Si fuera a pasar ya lo habría hecho. Si fuese a volver ya habría vuelto.

El bajito no quería pensar que las palabras de su amigo eran ciertas, aunque así fuera, aunque aquello tuviera más sentido que sus propios sentimientos y pensamientos. Kyungsoo quería seguir abrazando con fuerza la esperanza que aún permanecía en su corazón, la ilusión de ver a Jongin caminar hacía él con una sonrisa en su rostro era más grande que cualquier otra cosa. Pero al mismo tiempo una gran parte de él estaba comenzando a aceptar que solo en eso se quedaría, en una ilusión.

—Él lo olvido, Sehun. Olvido todo... me olvido.

❄ — 3 años antes — ❄

El sonido estridente de las sirenas y unos cuantos murmullos era lo único que Jongin podía escuchar. Sus hombros decaídos estaban cubiertos con una manta que los policías a su alrededor le habían proporcionado y aun así se encontraba temblando, sin embargo, ya no sabía si era por el frío o por la molesta incertidumbre y el miedo que lo acechaban en ese momento.

Había un gran grupo de personas alrededor, expectantes a lo que se encontraba pasando en ese momento, y a pesar de que la policía y los paramédicos intentaban ahuyentarlos, seguían quedándose ahí, reacios a irse y musitando cosas que simplemente inquietaban más al chico.

Jongin estaba sentado en la ambulancia, mirando el pavimento y pidiéndole a dios o a cualquier fuerza superior que por favor no encontraran nada, que aquel miedo profundo y el cual todos se encontraban murmurando no fuese real. Que todo se quedara en falsos testimonios, y si acaso eran reales, pedía para que esa persona no fuera la misma que él estaba buscando, aunque eso significara el sufrimiento de otros, porque ahora, en este preciso momento, él necesitaba ser egoísta.

—¡La encontramos! —escuchó a alguien gritar, sintiendo al instante una descarga de adrenalina y un estremecimiento en su espalda, se puso de pie de golpe, mareándose un poco al hacerlo.

Volteó hacia su izquierda, viendo a las autoridades acercarse lentamente con una camilla. El bullicio a su alrededor se escuchaba cada vez más lejano conforme la camilla avanzaba a su dirección.

Y entonces el tiempo se detuvo por completo, lo único que podría visualizar era aquella mano pálida y algo hinchada que sobresalía debajo de la manta que cubría el cuerpo completo. Su mundo se vino abajo en ese preciso instante, porque una hermosa y familiar pulsera roja le confirmaba el miedo que lo había estado consumiendo por tanto tiempo. Porque esa pulsera pertenecía a su madre, y las palabras anteriormente susurradas a su alrededor se habían convertido en una dura y cruel realidad.

"—Otro suicidio en el río Han".

❄ — Y sin ti, ¿quién soy yo? — ❄