De repente volvía a ser 2010 y yo estaba frente a la puerta de aquel local como cada viernes por la noche. Me quitaba los zapatos en la entrada y me guiaban por los pasillos de suelo de parquet hacia una habitación pequeña y muy iluminada. Allí, sentada encima de un sofá color granate, se encontraba Helena con un cigarrillo en la mano y la mirada perdida.
“Sabes que ya han puesto en la República de Europa la ley antitabaco, ¿no? Aquí faltará poco para que llegue. Ya sabes que les copian en todo”
“Dentro de poco nos prohibirán hasta tener sexo”
“No creo que puedan estar vigilando ese tipos de cosas. No sería más que porno en vivo”
Helena bajó la mirada, sabiendo lo que tocaba entonces.
“Vuelves para insistir otra vez, ¿cierto?”
“En el fondo sí, pero hoy vengo con otros tonos. Ayer vi unos anuncios de pisos alquilados bien baratos” (saca de un bolsillo frontal de la chaqueta un panfleto y se lo da a Helena, quien le da forma de cuenco y echa las cenizas en él)
***
A Inu, como lo llamaban los pocos amigos que tenía, lo habían mandando a traer tizas – siempre tenía que hacerlo él, pues era el delegado –. Llegando a la consejería se topó con Helena, su donna angelicata. La observaba siempre: al entrar a clases, en el recreo, cuando cagaba (más bien se quedaba en la puerta y huía rápido luego cuando parecía que iba a salir). Él era un pobre diablo, tenía un montón de acné, unas gafas de culo de vaso y además era medio cojo. Pero entre ambos había una bonita “amistad” (el rango fue elevado al máximo posible por Inu), forjada por la insistencia del muchacho, que se empeñaba siempre en acompañarla a casa.
Helena tenía un hermano gay, Azonal, que le hacía dudar un poco a Inu porque le tiraba los tejos y a él no le desagradaba del todo, pero Helena, con su melena marrón y sus ojos color miel, le gustaba más. Aunque, como todo púber, a Inu le podían las ganas y de vez en cuando retozaba alegremente con el hermano. Desde que cayó el gobierno de Strahl y empezó la liberación social del país, muchos salieron del armario o incluso entraron en otro sin que les importara ya que les dijeran los demás. Una auténtica revolución también había en el ámbito económico, la familia Paralusu creó un purificador de agua instantáneo que se estaba vendiendo como pan. Se enriqueció y entonces con todo su poder económico también tomaron el poder político. Con los burgueses en el mando la economía tiraba para delante de una manera asombrosa.
Inu un día de invierno le propuso a Azonal ser novios, “porque tu hermana no me da ni agua” dijo textualmente. Aunque la cosa no funcionó mucho porque Inu seguía colado por Helena, y Azonal creía que lo estaba utilizando como arma sexual. No estaba muy lejos, en verdad, pero ninguno se quejaba porque tenían las horas de toqueteo más justificadas.
***
Como todos los viernes por la tarde, bajé por el secarral en busca de mi orquídea. La falda era realmente molestosa para caminar por las piedras de la cuesta, así que tenía que llevarla todo el rato sostenida. Éstos eran los únicos momentos en los que podía respirar tranquila sin tener al pesado de Inu detrás, aunque para ello tuviese incluso que hacerle un contrato que firmó mi madre como testigo - ¡incluso se quedó a comer la lasaña que preparó mamá esa noche! Y luego encima se fue con Azonnal a su cuarto para jugar a videojuegos. ¡Se tiraron toda la noche toqueteando los mandos!
Volviendo a lo de mi orquídea. Diez, veinte o treinta minutos tras haberle echado agua, me quedaba sentada en una gran roca que había cerca. Esperaba a que llegase “él”. Y entonces aparecía, pasando por el puente que estaba justo encima de la rambla, con su maleta y su mirada seria. Era Silvestre, el hijo de don Antonio Paralusu, el mismísimo dueño de la compañía “Aigua-lliure”. Tan imponente y alto surgía en mí a la vez miedo y admiración.
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La guerra de las farolas
Short StorySobre la vida de las gentes que esperan eternamente los amores imposibles, y sobre el patetismo de luchar contra la ilógica del mundo. Primer premio del certamen de relatos "Nicolás Ortega Pagán" del IES Ricardo Ortega Fecha: Marzo 2014 Imagen de p...