Capítulo 8: Luna final

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"Lucinda Lupin-Potter, agáchate en este mismo instante", dijo Harry, el pequeño de ocho años se regocijó al ser atrapado.

"Sí, mami", dijo Lucinda, su rostro casi tan brillante como el rojo como su cabello hasta la barbilla.

"Entra y seca el amor, está demasiado lluvioso para trepar a los árboles", dijo Harry, riendo, el niño pequeño corrió adentro.

"Quieren explorar tanto como sus padres", dijo una voz masculina, con fuertes brazos masculinos abrazándolo por detrás.

"Me alegro de que estos sean nuestros últimos", suspiró Harry, frotando su vientre embarazado.

"El alfabeto dos veces", dijo su esposo con aire de suficiencia.

Ayudó que tuvieran seis embarazos de lobos que fueron bastante más cortos, y él tiene más cachorros que nacidos humanos.

Harry se había sorprendido de que hubieran logrado hacerlo en un lapso de quince años. 48 hijos, querido esmerejón.

Aparentemente, el apareamiento había producido un aumento en la magia de la fertilidad, y otras parejas también tenían múltiples a menudo.

"Solo es posible debido a mi forma de lobo y tu forma", dijo Harry gentilmente, colocando una mano donde crecieron los últimos cachorros nacidos.

"Mi lobo solo aúlla al verte embarazada de un niño", gruñó Remus en el cuello de Harry.

"Te he dado muchos Hijos Remus, me gustaría ver mis pies por más de unos meses antes de que me dejes embarazada", dijo Harry burlándose con enojo, su esposo se quejó.

"No, estos son los últimos", dijo Harry con severidad.

Remus le mordió el cuello, justo en el lugar correcto.

"Pero y si yo ..." comenzó Remus.

Lo que le sugirieron nunca continuó, ya que Harry finalmente se puso de parto.

Harry maldijo.

Remus llevó con cuidado a su esposa a la sala de partos.

FIN

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