(Único capitulo)

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Era épocas de navidad, estaba en mi casa, sinceramente en mi cuarto, te estaba escribiendo al celular pero tu no contestabas. Ya era de noche y yo me estaba preocupando de no saber nada de ti, hasta que escuche la puerta abrirse. 

Me levante de nuestra cama matrimonial y me puse mis pantuflas de cerdito que me regalaste en mi cumpleaños numero 18, fui hasta la cocina y te vi ahí, con un gorro de lana que te tejí, tu bufanda ensuciada, y ni hablar de tu casaca toda empapada.

-Hay Silvio, amor, ahora que paso -te dije mientras me acercaba a ti-

-No, nada estoy bien es solo que... -estornudaste en ese mismo momento-

-Ay!... como que no vas a estar bien si cogiste un resfriado -me puse enfrente de ti para quitarte tu chompa y colgarla en el sillón-

-Ya, Andrés no es para tanto -me dijiste aun mal-

-Pues para mi si -dije eso y te lleve hasta la ducha para que te bañaras-

Después de eso tu me jalaste hacia la ducha y me besaste, yo aun estaba con mi ropa y poco a poco iba desapareciendo, parecía que... querías algo~

Nos besamos dulcemente, pero ese beso paso de uno cálido a uno mas apasionado. Fuimos así agarrados hasta el cuarto

Estábamos abrazados, yo en tu pecho y tu abrazando mi espalda, acabábamos de hacer "eso", de verdad me agrada estar contigo, no se como pude encontrar un hombre como tu tan bueno, tan noble. Habría deseado que en ves de ti hubiera sido yo...

 Habría deseado que en ves de ti hubiera sido yo

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~5 días después~

Dormíamos plácidamente hasta que despertamos por un pajarito que estaba picoteando nuestra ventana de cristal, me levante de la cama y pude notar que estaba nevando... claro, recién me daba cuenta de que ese día era navidad, fui a ver el calendario que compramos en el centro y vi que era "25 de Diciembre".

-Amor!, ya es navidad!! -grite emocionado saltando sobre ti-

-Andrés, deja dormir -te tapaste mas con las sabanas de tela liza-

-Pero hay que celebrar este día -emocionado dije esa palabras-

-Ya, ya, ya me levanto -tu dijiste eso para después levantarte de la cama y ponerte tus pantuflas-

Fuimos a desayunar, pero como siempre tu te debías ir a trabajar...

-Pero yo quiero que estés aquí, para estar juntos este día -dije casi con lagrimas-

Nuestra nieve no se va acabar (Sparvio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora