⌗ Wap ¡! | Jenlisa

wet ass pussy

Faltaba una semana para que acabara el mes de exámenes y entre todo eso, Kim Jennie le tenía bastantes ganas a su roomie ¿Y cómo no hacerlo? La chica era sumamente preciosa, con sus senos ni tan grandes ni pequeños, perfectos, estaban un poco separados y sin embargo, Lili lucía un tatuaje en el medio de estos que la hacía ver totalmente encantadora, con su cintura pequeña, sus muslitos rellenos y su culo regordete, una obra maestra de la cual Kim admitiría sin vergüenza que se ha llegado tocar pensando en esos largos dedos maltratando su coñito y esa boquita rojiza amamantando de su pezón café.

No es como si Lisa se sintiera diferente, es decir, se han besado, pocas para las que ella desearía admitir, pero no pasan más de tímidos besos o suaves abrazos, besos en el cuello que le hacen jadear y pequeños toques en la cintura que la hacen erizarse. Ella necesitaba más. Hay veces en las que Jennie en la noche se pone unas pijamas cortas, con shorts tan cortitos que dejan ver la mitad de su culo y Lisa solo quiere sumergirse entre ambas mejillas y hundir su lengua en cada uno de sus huequitos, otras noches en las que Kim se dispone a cuidar de su cuerpo, en donde pone cremas humectantes por sus suaves y largas piernas con esas manos grandes y delicadas, Lisa quiere ser esas piernas, Lisa quiere morder esas piernas, Lisa quiere esas manos sobre ella.

Así que prácticamente, la tensión sexual entre ambas era notoria y mutua, compartir casa y encima habitación no ayudaba, el palpitar de sus clítoris cada vez que estaban excitadas por la otra se sentía doloroso de tanta retención sexual, necesitaban tener sexo con la otra. Pronto.

-Lili- Lisa no se da cuenta cuando tiene a la castaña frente a ella, con esos shorts diminutos de ejercicio los cuales se marcaban en su gordo coñito y hacía notar sus labios y ese pequeño top apretadito que hacía que sus tetas se vieran más voluptuosas, apretadas de una forma obscena, Lisa se mojó un poquito- Voy a bañarme, pero me di cuenta que mmm...Puede sonar tonto y perdona si llego a incomodarte, pero me he quedado sin ropa interior limpia, ¿Crees que podrías prestarme algunas bragas? Si no te resulta algo asqueroso, claro.

Mi boca puede servirte como braga.

-¡No, Jen! No me parece asqueroso, puedes ir a bañarte y los dejaré encima de tu cama. ¿Para eso estamos las amigas, no?

La sonrisa que le da la castaña es preciosa, esta se inclina en un abrazo rápido y deja un pequeño beso en la nariz contraria- ¡Gracias, Lili! No tardo.

El corazón de Lisa revolotea, sus mejillas se vuelven un poco rojitas y una sonrisa tonta tira de sus labios, no le toma demasiado tiempo dirigirse al cajón en donde guardaba su ropa interior mientras tanto, en el lado derecho se encuentran sus sostenes y al lado izquierdo sus tangas, su mirada se dirige a estos y entonces siente una ola de excitación al pensar en Jennie con su ropa interior, una parte en donde reposa su vagina entraría en contacto con la vagina de la otra chica, tal vez incluso después de que la chica se los ponga su olor quede impregnado en el y se siente una pervertida cuando un gemido sale de ella y su coño vibra con emoción, se apresura a tomar dos panties y tal como dijo, los dejó encima de la cama, saliendo de la habitación rápido encaminándose a la sala.

Al llegar ahí decide respirar y alejar sus pensamientos, pero le es imposible, toda su mente está llena de las castaña, Jennie gimiendo su nombre, Jennie chupando su coñito, Jennie estando destrozada por ella y solo por ella con su coñito húmedo, se pregunta de qué color será el coñito de Nini, por medio de la ropa se veía bastante gordito, Lisa gime ante la imagen mental de Jennie abriéndolo para ella, es tanto lo que siente que no puede evitar que pequeños jadeos salgan de su boca, su mano da un pequeño y tímido recorrido hasta llegar a su vagina, agradece que ese día se puso un vestido por lo que pasar su dedo por allí no es problema, su zona ya está húmeda y se siente tan caliente, que el simple toque lo hace delirar.