El sonido del auto al ir por pequeños baches, el ruido del tránsito y la autopista que daba entrada a la ciudad, ese sonido tan típico en el inicio de una nueva "fase". Axel, un joven de tez rubia conducía el auto, un sedán de 4 puertas algo deteriorado, la parte del asiento trasero llena de cajas de mudanza, ya sabes, cosas "pequeñas" e indispensables, como... no lo se, todas las consolas que tenía en casa de sus padres, por ejemplo, si, es un aficionado a los videojuegos, la música y al ajedrez.
Sus ojos color avellana se colocaban detrás del cristal de sus lentes, que no necesitaba, pero usaba por la cantidad de horas frente a la pantalla de bien, su celular o bien el ordenador. No poseían un físico envidiable o una hermosa cualidad difícil de encontrar, de hecho, hasta el mismo se considera un "extra" en su propia vida, parece que el creador no lo bendijo con alguna cualidad de la que pueda alardear, bueno, tal vez una, su voz melodiosa que usa para cantar junto con su guitarra, que nisiquiera fue un talento natural, se esforzó bastante para poder lograrlo, fueron noches en vela cantando y tocando.
Condujo hasta el vecindario que visitó al comprar la casa, bueno, que sus padres ayudaron a comprar, no era alguien proveniente de una familia adinerada, sin embargo, no poseía falta de dinero y por gracia divina pudieron comprar el lugar donde se iría a vivir el hijo único de la familia. Los niños jugaban alrededor y parecía un lugar tranquilo, bajó del auto y entró a casa, miró alrededor con una sonrisa ladeada, sería la casa donde viviría ahora, como un adulto responsable y... todo eso. Cargó con las cajas dejándolas en la sala hasta que el ocaso llegó, eligió dejar la cajas allí y mañana desempacar, no dejes para hoy lo que puedes hacer mañana.
Un rato después...
—Si, estoy bien, tranquila. — respondió al teléfono, al otro lado, su madre era quien llamaba mientras él trataba de ambientarse en la cocina, había pedido ayuda a su madre con respecto a cocinar algunas cosas, no era como si hubiese cocinado mucho a lo largo de su vida, se podría decir que era incluso lo contrario, tal vez si se hubiera dedicado a prepararse en cuanto a cocinar en vez de sus videojuegos como decía su madre... otra cosa seria.
Siguiendo las instrucciones de su madre, cocinó, quedando todo "bien cocido", que importa si algo se quemó un poco ¿no?, la noche pasaba y ahora acostado, con la consola portátil en sus manos, salió una sonrisa para si mismo, lo que le esperaba sería difícil, si, pero había dado un gran paso, ya no estaba a la sombra de sus padres, ya podría experimentar de primera instancia todo lo que conlleva tener una vida como adulto sin ambientes controlados, le daba miedo, obvio, pero siempre hay que tener esas experiencias para crecer y el, quería crecer.
Con esa satisfactoria conclusión de su día y de su nueva vida, suspiró entre sonrisas, solo un chico normal, viviendo una vida normal.
Cliché, ¿no?
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Estereotipos.
Teen FictionAxel, un joven de 22 años, tendrá que vivir una vida totalmente normal, llena de "clichés" o al menos, eso parece. ¡Drama, amorios, lágrimas!, quizás sangre, hermosa combinación para una vida totalmente corriente.