That presence...[H.S]

Ella,una Morrison

Narra _____

"La última de los Morrison y el único hijo de el demonio y el ángel se unirán en un hechizo de amor y traerán paz y amor al mundo. La profecía ya está hecha"

Desperté sudando, asustada, incluso creo que hasta gritando no lo puedo creer, me acordaba de aquella historia, ¿habrá sido sólo una historia?, Claro que no, todas esas historias son reales, ¿se referirá a mi?, Qué yo sepa mi madre es hija única y no tengo primas, tías o algún pariente lejano. Si se tratara de mi, ¿que tendría que hacer?, Harry es el único hijo de un demonio y un ángel ¿qué tendríamos qué hacer?.

-_____ ¿Estas bien?- Entro en mi habitación apurado y asustado.

- ¡Harry!.. Dime por favor que no soy de los Morrison de los que el libro habla porfavor, te lo pido.-Dije exaltada.

-Tranquila, tranquila, primero que nada ¿porque estabas gritando?- Me tomo de los hombros y me obligo a mirarlo a los ojos con una de sus manos.

-La...la.. Profecía no me..me acordaba de ella.-

-Pues mmm.. Si pues ____ sí eres una Morrison, tu madre fue amiga de mi madre y padre claro cuando estuvieron juntos y tu familia materna eran unos de los hechiceros más poderosos de todo el mundo, eran los únicos compatibles con los ángeles y ya no queda ningún Morrison con magia o por lo menos de tu edad solo quedan unos días para que puedas saber sobre la magia, recuerdas cuando te dije que te mandaron al mundo y antes eras un ángel pues decidieron que tu no sólo seguirías siendo un ángel sino que pertenecerías a la familia más agrande de hechiceros del mundo y que salvara la poca paz que aún perdura en la tierra. Conmigo juntos lo haríamos.

- Harry, prométeme que pase lo que pase me ayudarás a superar esto por favor - dijo abriendo el armario y sacando una falda negra, cuatro dedos arriba de la rodilla con un polerón Blanco de lana que llega a la mitad de la falda con unos botines azules - Harry quieres salir - dije riéndome y empujando lo por la espalda en dirección hacia la puerta.

-Ja ja muy chistosa, yo que quería verte como de cambiavías - me miro haciendo unos pucheros muy tiernos.

-Ya quicieras, sal ya - cerré la puerta en su cara y escuche como gruñía.

Me reí ante su reacción infantil y me dirigí al baño para tomar una ducha, al salir me vestí rápidamente y me delinee los ojos con negro, me encrespe las pestañas un poco de brillo en los labios y listo. Salí en dirección a la sala de estar y encontré a Harry en el sillón viendo televisión y los pies en la mesura de enfrente.

-Hey baja los pies que ensuciaras la mesa - tomé un paquete de dulces que estaban ay y saque sus pies de la mesa.

- Hey esos eran míos - Dijo apuntando los dulces he intentó quitármelos.

Narra Harry.

_____ llega y me quita mis dulces eso no se quedara así, intento quitárselos y sin darme cuanta quedamos en una posición un tanto incómoda. Estábamos muy cerca casi rodando nuestros labios y un sentimiento extraño que no sentía desde hace siglos, sentí que recorría mi cuerpo, no lo pensé dos veces y la bese, a un principio no respondió pero cuando la tomé de la cintura sus manos ya estaban en mi nuca y movía sus labios al compás de los míos, estuvimos varios segundos así pero ay algo llamado oxígeno lo cual ya no teníamos más.

- ¿Po..po..porque hiciste eso?- me miraba confundida.

- Yo mm.. creo que porque no aguantaba más sin darte un beso.- Creo que fui muy sincero.

Ella solo se me acerco y me tomo de la nuca volviendo a juntar nuestros labios esta vez ella al terminar el beso solo me abrazo y por primera vez después de mucho tiempo volví a sentir cariño, pero claro ella siempre despertara eso en mi lo hizo hace años cuando era un ángel y esta volviendo hacer cuando es sólo una adolescente norteamericana.

Definitivamente ella es la última Morrison. Recordé que ella no leyó el último verso y decía "sólo el el hijo del demonio y el ángel se enamorarán no sólo una sino todas las veces necesarias para que cumplan la profecía y será de ella la última de los Morrison".