parte 1

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Le creerías a alguien si te dice que conoció al amor de su vida a la edad de 9 años, ¿no? Pues déjame decirte que a mí me pasó y recuerdo muy bien aquel día, aunque suene imposible ya que a muchos se les olvida varias cosas de su niñez, pero en este caso no es así, y es que recuerdo y tengo tan presente ese preciso momento, esa primera vez que la vi, con ese vestidito rosa, una pequeña coleta adornada con un pequeño lacito igual que su vestido, ¡y sus ojitos brillando! Era tan evidente la felicidad que sentía en ese preciso momento y eso que la fiesta de cumpleaños era la mía, pero era ella la que se roba las miradas y encantaba a todos con toda su alegría, juro que le pregunte a mi mamá si es que de un ángel se trataba cuando ella se aproximaba más y más a mí, recuerdo la risa de mi madre y su caricia en mi mejilla, recuerdo también que me dijo que ella sería lo que yo quisiera que sea, si primero me hacia su amiga, y es que yo no cabía de la emoción al escuchar aquello, mi corazón latía tan rápido que parecía que se me saldría del pecho, pero fue mi respiración la que se detuvo ni bien la escuche desearme un "Feliz Cumpleaños" y puedo prometer que aun siento mis mejillas arder después de eso y es que no tenía palabras, menos cuando ella se lanzó y me envolvió en un tierno abrazo.

No sabía quién era ella aun, pero sabía que no quería que se alejara de mi lado.

Segundos después ella se presentó, "Hola, soy Rebecca Armstrong, y soy tu nueva vecina" y desde ese preciso momento nunca más me separe de ella.

No sé cómo es que me enamore a tan temprana edad, pero verla era un encanto, disfrutar de sus ocurrencias, percatarme y disfrutar de sus muecas y de esa manera tan tierna y peculiar que tiene al mover sus cejitas y morderse los labios, las voces que imita o esa risa tan rara y ruidosa que se le escapa cuando algo atrae realmente su atención.

Verla era un goce para mi jodido corazón...

Puedo decir que ese cumpleaños fue la secuencia de los mejores que he tenido a su lado, porque si, logre lo que dijo mi mamá, logre que se quedara a mi lado, años tras año, no sabes la felicidad que me embargo cuando me enteré que asistiría a mi escuela también, aunque no quiero recordar como todos intentaban alejarla de mi lado, todos querían ser sus amigos, todos querían jugar con ella, porque Rebecca era tan buena, tan linda y tan amigable, era un alma tan pura y sincera que solo con verle ya hacía de tu día algo mejor, lo sé porque así me pasaba, día tras día...

pero ella nunca me dejaba, siempre agarraba mi mano tan fuerte y tan llena de sentimiento, y eso fue tan solo la primaria.

Y como todo lo bueno siempre tiene que traer su lado malo, comenzamos la secundaria.

¡QUE MARTIRIO!

Porque todos sabemos lo que ocurre allí, y no, no solo me refiero a las aburridas clases y a los profesores sosos, no, yo me refiero a esa etapa llamada pubertad, ¡DIOS! De solo recordar como la vi cambiar antes mis ojos, como la vi ponerse más bonita de lo que ya era, y no solo revoloteo mi corazón más de lo que ya estaba a esas alturas, no, todo su cambio conllevo a que no solo quisieran ser sus amigos, ellos, ellas... todos querían tener a la chica Armstrong para ellos, no sé cómo es que soporte ver a todos arrastrarse para tener un poco de su atención, llegué a un punto en donde me cansé y me harté... y me alejé.

Me alejé de ella cuando dije qué siempre estaría a su lado, aunque suene enfermo o incluso toxico

Y es que me dolía verla y que no sea completamente mía pero más me dolió ver su mirada a la par que yo me alejaba más y más de ella...

Tantas veces fueron las ocasiones en que me acorralaba y me preguntaba ¿qué es lo que había pasado? ¿por qué me había alejado? ¿por qué ya no la quería a su lado? Y todas esas veces miraba a otro lado y simplemente me quedaba en silencio y todo era por mi cobardía, por mi poco coraje de declarar todo lo que había sentido todos estos años por ella y fue mi miedo, ese miedo al rechazo, ella luego dejo de preguntar porque evidentemente se cansó y siguió con su vida y sus nuevos amigos porque si, les deje el camino libre a todos los demás, y es que no fue mucho lo que tardo para que ella comenzará a salir con otras personas, que tanto chicas como chicos la cortejaran porque ¿Quién no querría tener a Rebecca Armstrong como su novia?

メ Segunda oportunidad // FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora