Kakureta ; Kookmin

❥Capítulo 1.

Sus dulces ojitos perdieron aquel brillo que una vez tuvieron, se encontraba solo en aquel frío departamento. 

Se dejó caer en el sofá de la sala de estar, soltando un pesado suspiro, miro la hora en su celular, eran exactamente las 9:45 de la noche. Tenía que encontrarse con su primo hace media hora, pero no quería verlo, sabría lo que vendria y realmente no quería oírlo de los labios de su primo.

Se levanto de su comodo sitio, tomo su chaqueta con flojera y se encaminó hacia la puerta, dispuesto a salir, pero su celular vibró indicando un nuevo mensaje.

"Minnie ¿Vendras?"

Ignoro el mensaje y dejó su celular antes de salir, su corazón se oprimia dentro de el indicando que no era buena idea ir a ese encuentro, sin embargo ignoro aquello y con pasos temblorosos se acercó hasta el elevador de aquel edificio.

Las puertas del elevador se abrieron y dentro de este se encuentra aquel pelinegro que sin darse cuenta lo daño. Al chocar miradas recibe una sonrisa sincera por parte del pelinegro, sin embargo el solo recibe una sonrisa disimulada más parecida a una mueca.

—Hola Min, ¿Vas a algún lugar?— pregunta una vez sale del elevador posicionándose en frente del rubio con una sonrisa coqueta.

—Buenas noches Jeon— el mencionado se tensa al oir tan formal saludo— Si, de echo si me dirigía a algún sitio, así que si me disculpas— se hizo a un lado para poder pasar y adentrarse en aquel reducido lugar, todo esto bajo la atenta mirada de Jungkook— Que tengas buenas noches.

Y dicho eso el elevador cerro sus puertas rompiendo con aquel ambiente tenso y aquel laso que una vez los unió.

Una vez solo Jimin se permitió respirar tranquilo mientras unas cuantas lágrimas amenazaban con salir por la tristeza que abundaba en su corazón desde hace ya algunas semanas, sin embargo como siempre no le tomo importancia.

Del otro lado se encontraba el pelinegro quien no se movió de su lugar, cuestionandose, que hizo mal, sabía que Jimin era alguien difícil de tratar ya que este no confía rápidamente en las personas y sus inseguridades eran más grandes que el, es por eso que cuidaba sus palabras cuando discutían ya que no quería cometer el mismo error que cometió meses atrás, sin embargo no recuerda haber echo algo que afectará al pequeño rubio que tenía como amigo y eso le inquietaba.

‹3!

Caminaba tranquilamente por aquel parque buscando una cabellera castaña, pidiendo en su mente el deseo de que este haya desistido en la idea de contarle todo y halla huido de aquel encuentro.

Lamentablemente sus súplicas no fueron oídas y frente a el se encontraba la persona que más quiere y en la que se ganó su entera confianza, hasta hoy.

—Taehyung— llamó, captando la atención del pelinegro quien le dedicó una mirada de tristeza y miedo.

¿Cómo llegamos a ésto?  Se preguntó el rubio, quien aún se mantenía parado frente a su primo.

[‹3! ]

7 meses atrás

Corría rápidamente de un lado a otro en busca de su chaqueta, su celular no dejaba de sonar y es qué estaba llegando tarde, de echo muy tarde.

Todo gracias a la visita inesperada de su primó, quien no se tomó la molestia de despertarlo antes de irse a estudiar. Y es que la noche anterior no durmieron nada por estar chismoseando de sus vidas y hablando de su serie favorita que compartían en común. Tenía que reunirse con su grupo hace media hora y el se despertó hace veinte minutos.