Capítulo 1

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Todo había acabado. 

Era libre por el descuido de los guardias. Podía sentir el sol. No había más jaula. Las cadenas desaparecieron para siempre. Solo esperaba que todos salieran con vida. Más que nada la mujer llamada Sara que fue herida al ayudarla a escapar. Había querido quedarse con ella, pero no les había quedado de otra que separarse y ahora cada una iba por su lado.

El aire fresco llena sus pulmones y sacude su cabello.
¡Es libre! La alegría la inunda con la idea. Ahora podría sentir la luz del sol todos los días y no tendría que esperar más a que la llevaran a la sala de pruebas para poder ver el sol.

763 continuó por las calles buscando un camino que la llevara lejos. Hasta que llegó al borde de la ciudad quedando frente a ella nada más que bosque.

Se desvió de las calles y atravesó los espesos árboles. Sus pies descalzos se hundieron en la suave hierba antes de correr esquivando árboles.

El corazón le latía con fuerza en el pecho y la adrenalina corría por sus venas. La felicidad queriendo salir a borbotones de ella.

Se sentía plena ¿Así se sentía la libertad? Había pasado toda su vida soñando con la libertad. Ahora que la tenía era un shock para ella creer que finalmente lo era. Por eso tenía que alejarse de los guardias, tenía que escapar; tenía que hacerlo. No quería estar encerrada nunca más si así se sentía la libertad.

Un tramo más tarde se recostó contra un árbol, con la respiración acelerada y agotada por la carrera, miró al cielo notando que estaba anocheciendo. Por suerte la oscuridad de la noche haría que fuera más difícil notarla. Siguió su camino, esta vez caminando, esperando encontrar algo que pudiera ayudarla a salir. Hasta que la oscuridad cubrió por completo el bosque.

De noche el bosque era aterrador, le recordaba a la oscuridad de la celda. De repente por el rabillo del ojo percibió la silueta de lo que parecía una cabaña. Se acercó sin dudar hasta el frente de la casa. Olfateó el aire en busca de algo que le indicara que había alguien dentro. Su olfato no era tan agudo, pero era mejor que el de un humano.

De pronto la oscuridad del bosque desapareció. Confundida se dio la vuelta y se paralizó. Detrás de ella, una gran camioneta se dirigía a ella. Su cuerpo no podía moverse, solo pudo cerrar los ojos esperando el golpe. Escuchó el ruido de la camioneta al frenar y abrió los ojos para darse cuenta que estaba a centímetros de ser realmente golpeada por la camioneta. La puerta del conductor se abrió y un hombre enorme salió. Cerró de golpe la puerta y se dirigió hacia ella.

¡Huye! le dijo su mente.

763 camino hacia atrás, dispuesta a correr.

—Podría haberte jodidamente atropellado, —dijo el hombre enorme —. ¿Por qué demonios estás aquí caminando en la oscuridad?

763 quedó muda. El desconocido se acercó a ella y 763 no pudo evitar hacerse pequeña. El hombre tenía cerca de seis pies y medio de altura, con malvados ojos oscuros y el cabello tan oscuro como la noche. Lo hacía ver peligroso, salvaje.


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Oficialmente iniciamos está historia. ¡Bienvenidos!

Es un capítulo pequeño, pero bueno para empezar.
Espero les guste.

Nos leemos pronto. Gracias por leer ❤️❤️

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