☪︎↬01: Prólogo

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El Sehzade Jungkook caminaba con rapidez por el palacio Beylerbeyi, buscando con su mirada a aquel joven de complexión delgada que tanto gustaba de observar

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El Sehzade Jungkook caminaba con rapidez por el palacio Beylerbeyi, buscando con su mirada a aquel joven de complexión delgada que tanto gustaba de observar.

Había recorrido todas las habitaciones del palacio pero no lo encontraba y eso llegó a desesperarlo más de lo que debería hacerlo.

Corrió hasta salir al jardín principal donde varias rosas y distintas flores eran plantadas y cuidadas hasta que florecieran hermosamente en esas épocas de verano.

Pero todas aquellas flores eran opacadas por un bello muchacho que estaba viéndolas con demasiada concentración, Jungkook detuvo su andar para admirar al chico que había sido criado a su lado como su amigo y el culpable de aquellos extraños sentimientos que nacieron desde el primer día en que lo vio.

Su corazón empezó a palpitar rápido al ser captado por el contrario, una mirada de orbes oscuros que podrían perforar en su piel pero que sin duda contenían un brillo precioso en ellos.

La sonrisa del chico con piel blanquecina se ensanchó al ver a su amigo allí, viéndole con tanta atención que lo hizo sonrojar.

Seokjin se volteo para hacer una reverencia al menor, el contrario emprendió camino hacia su mayor cuando dejó de admirar con devoción el rostro bello de su sirviente:

—Sehzade Jungkook. —susurró el castaño con una pequeña sonrisa en sus labios alzando la vista para ver a su majestad después de hacer una pequeña reverencia.

—Seokjin, estaba buscándote por todo el palacio. —Jungkook había llegado a su lado, dando una pequeña caricia inocente en el brazo del contrario, con un tono infantil de reproche en sus palabras.

—L-lo lamento, su majestad. —nerviso por el toque, Seokjin se disculpó bajando de nuevo la cabeza— ¿En qué podría servirle?

El Sehzade se quedó admirando la belleza de su sirviente y amigo, no sabía porque gustaba de la sensación que ocasionaba aquel hombre en él, su madre había dicho que sentiría aquello solo cuando se enamorará de una hermosa jovencita.

Pero no era una jovencita la que le hacía sentir aquello. 

Seokjin era el que generaba todas aquellas sensaciones extrañas en su cuerpo, sentía su corazón latir con rapidez cada vez que le dedicada aquella sonrisa hermosa; o un cosquilleo en todo su cuerpo se presentaba cada vez que le miraba directamente a los ojos ocasionando, a su vez, las mejillas sonrosadas en el pálido muchacho; y como su voz era una deleite para sus oídos que disfrutaba escuchar cada vez que hablaba, reía o simplemente le recitaba libros que le pidió leer.

—Vamos al establo, quiero cabalgar un poco con Noor. —Jungkook alejó su mano del contrario para voltearse para ir a los establos.

El castaño empezó a caminar detrás de su menor viéndole con detenimiento, desde que había sido vendido por sus padres al palacio para ser el amigo del único hijo varón del Sultán Sang-soon, había sido rodeado de lujos, educadores de élite, ropas caras y comidas extravagantes. 

❝Has Odabaşi❞ ® | Kookjin +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora