Por fin.
Llegó el día.
El día que he esperado desde que me uní a la 5sosFamily.
Estaré a tres filas de ellos, los veré de cerca.
Podré ver a Mike volviéndose loco al tocar la guitarra.
A Ashton darle duro a la batería.
Ver los ágiles dedos de Calum deslizarse por las cuerdas del bajo.
Notar las venas prensadas en el cuello de luke.
Desde que conseguí el boleto no he parado de hablar sobre eso.
Aún me siento mal porque Calum no me sigue en Twitter.
Me siento reconfortada al saber que tengo la oportunidad de verlos.
Esos cuatro chicos son la cafeína que necesitan mis mañanas todos los días.
-¿Estas lista para irte?
-Si, mamá, pero estoy muy nerviosa.
-Todo estará bien.
-¿Cómo me veo?
-Estás hermosa.
Me vi por última vez en el espejo, tomé mi bolso con mis pertenencias-respiré nerviosamente- un último vistazo a mi mamá y salí de mi habitación.
Ashton, Calum, Luke y Michael por fin hoy será el día.
30 minutos conduciendo. A pocas horas de entrar. Mis manos están sudando, mis piernas temblando, mi corazón latiendo fuertemente. Tomé respiraciones profundas, con mi mayor miedo presente, tener un ataque de ansiedad a casi nada de conocer a mis ídolos.
Me alejé de la fila, mi respiración no era normal, me recosté de la pared intentando regularla.
-¿Te encuentras bien?
Un chico alto, moreno, con sueter, gafas oscuras y gorra, me preguntó con curiosidad.
-Estoy bien.
-Eso no es lo que parece, tu piel perdió color.
Me enderecé en la pared. Por primera vez desde que el chico se me acercó lo detalle mejor.
Esa nariz la conozco aquí y en china.
Calum Thomas Hood.
Es algo increible, lo tengo en frente de mí, hablandome, esto es imposible.
-Eres... C-Calum.
-Por favor, no lo digas tan duro, me escapé porque te vi aquí y creí que necesitaba ayuda.
-Esto es un sueño-Susurré.
Sonrió- y bien, ¿Vienes al concierto?
-Si, he esperado mucho por este día.
Estoy tan emocionada, estoy hablando con el verdadero Calum Hood.
-¿Quieres ver el concierto conmigo y los chicos?
-Me encantaría-Chillé emocionada.
-Bueno, ven, antes que se den cuenta.
Él me tomó de la mano.
¿Qué chica adolescente hoy en día no sueña que su ídolo la tome de la mano?
Me guió por un pequeño callejón. Al final se encontraba un hombre como de dos metros y corpulento, saludó a Calum con un gesto y nos permitió el acceso.