3. Caos

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Al llegar a casa me sentí más sola que nunca, senti el vacio que habia dejado mi madre, aquel vacio que habia intentado ocultar años atras

Y lloré

Llore como nunca lo habia hecho en mi vida, estaba desesperada y preocupada por la desaparición de padre

En mi cabeza resonaba el pequeño recordatorio de la carta en la cabaña

Pdte. Evanora elige muy bien

¿Elegir bien? No estaba segura a que se refería pero sabia que lo habia escuchado antes

Por otro lado vi al chico de mis sueños, era raro pero tenia una sensación extraña al pensar en el

Su tez palida y el resto de su cabello oscuro hacia que ese mechon azul resaltará, era atractivo pero no demasiado, emanaba una seguridad extrañamente peligrosa, sus ojos eran negros como la noche, profundos...

Extrañamente íntimos

Pero decidí ignorarlo de mi mente, podría haber sido una simple coincidencia

Tal vez lo habia visto por allí y mi mente decidió torturarme con su rostro en las noches

Y me convencí de ello

Me centré en buscar una manera de encontrar a mi padre, pensé que llamar a la guardia local no serviría de mucho, seguramente ya estaban haciendo algo y si hasta el momento no lo habían encontrado significaba que ellos no eran la solución

Nunca habia escuchado ese nombre en mi vida

¿Serpens?

¿Que tipo de nombre de banda de rock era ese?

Estaba exhausta así que al final me quedé dormida

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Al despertarme tuve un remordimiento, ¿Cómo pude dormir mientras mi padre estaba desaparecido?

Me bañe rápidamente y me puse mi abrigo de cuero ese que padre odiaba

Padre siempre habia sido bastante especifico con lo que me debía gustar

Sin embargo me daba seguridad lo convine con mis jeans negros, mis botas rojas y una camiseta blanca

Necesitaba ropa comoda si iba a buscar a padre yo sola

Llame a Abi y le explique lo que pensaba hacer, ir a buscar pistas o algo de que tirar para encontrar a padre y luego ir a buscarlo

Era poco probable que lo logrará estaba consciente de que no estaba en una película, pero no podía quedarme en casa esperando a que padre llegará

Puse mi cabello rojo en una coleta como el día anterior y abrí la puerta de la casa decidida

Al tomar la manija, el timbre sonó y abrí rápidamente

Era él...

Cállate y cierra la puerta con cuidado me dijo mientras me apuntaba con un arma

Hice lo que dijo, no me resistí y cerré la puerta, justo en el mismo instante en el que patie su entrepierna, le quite el arma y golpeé su cabeza con ella

Esos años de defensa personal al fin sirvieron para algo

Mover su cuerpo inconsciente se me resulto demasiado complicado y no pensé en nada más que amarrarlo en la silla del comedor

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