3

85 10 0
                                    

━━ ✿ ━━

❝ Esos hoyuelos son ilegales.

No, son peligrosos.

Así que te llamo chico ilegal,

Tu existencia es criminal. ❞

━━ ✿ ━━

Solamente estaba acostado en el sofá jugando una partida de uno de los tantos videojuegos que tenía Jay, pero para el castaño no había mejor imagen que esa. Park se encontraba en la cocina, apoyado en la mesada, observando a Won mientras esperaba que las palomitas se terminaran de cocinar. Lo que más le gustaba al coreano era ver como Ras dormía tranquilamente en el abdomen del rubio. Le encantaba ver a sus pequeños bebés tan cómodos junto a Won.

El ruido del microondas lo sacó de su pequeño trance. Aún colgado, Jay sacó la bolsa de pochoclos y la abrió con cuidado de no quemarse para agregarles un poco más de azúcar y un poco de caramelo que había preparado previamente Won. Llevando el gran tazón con la golosina, se adentró a la sala, en donde el mayor ya estaba preparando la película que iban a ver y dejándole un lugar para que Jay se acueste junto a él, quien se alegraba de haber comprado ese sillón y no el más chico que había visto en un principio.

"Cómo entrenar a tu dragón 3" se proyectaba en la televisión, a petición de Jay ya que, según él, el rubio tenía el peor gusto para las películas.

Todas las luces se encontraban apagadas, los gatos dormidos, los celulares lejos de los chicos y dos corazones unidos.

・・・

Las manos de Jay se encontraban bajo la remera de Won, trazando abstractas formas en su espalda, tratando de calmar al rubio, quien no dejaba de llorar.

"Ya pasó, bebé. Llevas cinco minutos llorando, te quedarás sin líquidos en tu cuerpito."

"P-Pero lo dejó libre y después de tanto tiempo aún seguían siendo amigos." Sollozó el coreano, sin entender cómo es que Park no lloraba también. O sea, era lo más emotivo que Jungwon había visto en su vida. Finalmente se calmó alrededor de las once y se levantó a buscar sus cosas.

"¿Te vas?" preguntó Jay casi susurrando.

"Tengo que terminar unos juegos para los chicos para el lunes."

"Los terminamos mañana, ¿sí?" el castaño se levantó del sillón para ir a abrazarlo por la espalda, acomodando su cabeza en el hombro del chico.

"¿En qué me beneficia hacerlo mañana, aproximadamente a las tres de la tarde, que es cuando despiertas?" Won sonrió, dándose vuelta para abrazar a Jay por la cintura.

"Dos cajas más de pizza y eliges la película."

"Trato."

・・・

"Realmente no puedo creer que hayas puesto la última película de Dragon Ball." Jay sonaba totalmente cansado.

"Pero fue muy buena."

"¡No es verdad!"

Ambos rieron por el tono en el que el estadunidense pronunció su última frase. El reloj marcaba la una y media de la mañana. Luego de unos segundos cayó el silencio.

"¿Qué piensas hacer en el futuro?" Preguntó Won. Ambos se encontraban acostados, manteniendo su espacio.

"¿Ya es la hora de las preguntas filosóficas?" Respondió sarcásticamente Jay, sacándole una pequeña risa al rubio, quien asintió con una sonrisa. "Me gustaría enseñar en una escuela de baile, quizás hasta ser un coreógrafo reconocido, adoptar más gatos y poder estar en paz. ¿Tu futuro?"

Dimple✿‿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora