cien años

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taehyung lo vió, vió a Jungkook por última vez en su aniversario. la cena ambientada con luces tenues, copas de vino y una rica ensalada con carne que tenían a ambos babeando aunque a taehyung más que la comida también era Jungkook que portaba un lindo traje con detallitos rositas, cabello bien recogido y ojeras que Jungkook siempre excusaba con un “he estado estudiando muy tarde, cariñito” pero taehyung sentía al menor raro. después de la rica cena taehyung tomo las manitas de su pareja y con las miradas entrelazadas se dispuso a decir;

— hoy cumplimos cinco añitos juntos, hemos amado y dado todo de nosotros para esta relación. Jeon Jungkook eres el amor de mi vida y de eso no tengo duda, voy a hacerme cargo de ti y de nuestro futuro juntos porque gguk tú para mi eres más que solo mi novio y futuro esposo.— y finalmente jungkook se dejó llorar, beso todo el rostro de su noviecito y la cita termino en un besito y a taehyung despidiéndose frente de la casita del menor.

Jungkook entro a su casita con una sonrisa pero en cuanto taehyung se fue, y logro verse en un espejo; se vio tan roto, tan lleno de golpes detrás de todo el maquillaje, su rostro lleno de marcas, de lo que taehyung nunca conoció y que para Jeon sería imperdonable. cuando Jeon inicio su relación con Taehyung nunca se imagino que sus inseguridades le harían perderse en si mismo, odiaba sentir que taehyung encontraría a alguien y se repetía «debo ser bonito para tener a mi tete» pero solo termino perdiéndose más, rasguñaba su rostro y en muchas ocasiones se cortaba las manos. su aniversario. su aniversario solo causo que se odiara más, las palabras de taehyung resonaban en su cabeza y el amor que sintió ahora se convertía en odio hacia él.

decidido salió con una navaja de afeitar para sentarse en la sala de su hogar y escribir “pasamos mucho juntos, hoy cuando ví tus ojos me sentí bien, me sentí lleno de amor y felicidad. hemos planeado tanto, hemos vivido unos cinco años que desearía repetir una y otra vez pero repetirlo cuando me sintiera sano, te odio y odio que seas una persona tan dedicada a mi cuando lo único que mereces es a alguien que pueda amarte y que se ame. estamos juntos pero yo me siento lejos, te he visto conocer a tanta gente que estoy más que seguro que me olvidarás rápido. tomé está decisión porque estoy cansado de mi, de no ser suficiente para un Kim. yo no te merezco y por eso mismo me voy, deseo que me olvides.”

y después de aquella carta solo desapareció, se esfumó en la vida de todos y ahora toda su relación convertía en una tumba a la cual llorarle. taehyung estuvo días encerrado y aunque logro salir adelante nunca más volvió a estar con alguien, solo era taehyung y el recuerdo de Jeon.

Ahora un taehyung de 84 años se encontraba sentado junto a la tumba del menor, unas lindas flores blancas y sus lágrimas. cerro los ojos y suspiro

— pasaste a mi lado…con gran indiferencia — recuerdos de su primera vez hablando fueron llegando, gguk jugaba con sus manitas y tartamudeaba — tus ojos ni siquiera voltearon hacia mi — sus ojitos brillantes, sus labios temblando y sus manitas agarrándose por primera vez — te ví sin que me vieras, te hablé sin que me oyeras — las lágrimas caían tan rápido, la arrugada piel de taehyung solamente le recordaba que aún si esperaba años su conejito no volvería — y toda la amargura se ahogo dentro de mi — recordaba con exactitud su primer beso, su primer te amo y cada uno de todos esos recuerdos le estaba matando — me duele hasta la vida saber que me olvidaste, pensar que ni desprecios merezca yo de ti — y eso último le hizo desatar un llanto inigualable, las palabras de Jungkook en su carta le hacía sentir tan poco ¿cómo pudo no notar lo que sentía? ¿cómo pudo dejar a su nene? su respiración comenzó a pesar entrecerrando los ojos y topandose con la carita de su chico favorito «ahora si estaremos juntitos, mi amado.»

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