Feliz Navidad, Frisk

Familia, eso es lo que somos

Hoy es 24 de diciembre, noche buena, un día antes de navidad, en las calles, la nieve es la que adorna todo el lugar, el espiritu navideño reina en todo el vecindario, pero en una casa, lo que reina es el olor de la dulce canela.

-¿Puedo tomar una galleta señorita Toriel?

-Mh, todavía estan calientes, ya sé, ¿Qué tal si van a jugar en la nieve? Y yo les avisaré cuando esten listas.

-¡Ohh! ¡Es una gran idea señorita Toriel! -exclamó alegre el monstruo dirigiendose a la sala-. ¡Hey Frisk, vamos a jugar!

-Esta bien Monster kid -la chica se levantó del sofá colocandose su gorro, guantes y bufanda para luego acomodar levemente la bufanda de su amigo-. Vamos.

-¡Sí! ¡Será divertido!

-Sans ¿Crees que puedas acompañar a los pequeños? No quiero que se pierdan. -pidió Toriel con una pequeña sonrisa.

-Claro, haré que se la pasen Sans-sacional. -badum tasss.

-¡Sans! ¿¡Podrías dejar de hacer chistes malos solo por un día!?

-Wow hermano, parece que tu hueso de la risa esta roto. -badum tasss.

-¡Saaaaaans!

-Hehehe, al menos a la reina le gustan mis chistes. -dijo con una sonrisa mirando como Toriel se reía en voz baja.

-Chara, Asriel ¿Quieren ir a jugar?

-No gracias papá.

-Depende ¿Van a darnos chocolate?

-Eh, no Chara, van a ir a jugar, no a comer chocolate.

-Entonces no quiero ir.

-Estos pequeños, bueno, dejamos a Frisk y a Monster Kid en tus manos, Sans.

-No se preocupen, los cuidaré bien, vengo más tarde.

El esqueleto y ambos chicos se dirigieron a un parque cercano el cual estaba cubierto con nieve, no había ningún otro niño cerca, el parque era solo para ellos.

-Mira Frisk, no hay nadie más, somos los dueños del lugar ¡Una carrera hasta el tobogán! -exclamó empezando a correr hacia el tobogán.

-¡Hey esperame! -gritó la humana siguiendolo con una sonrisa.

-Hehe, niños. -mencionó el esqueleto sentandose en una banca cercana.

-¡Ja! ¡Te gané!

-¡No es justo! ¡Tenías ventaja!

-Igual te gané ¿Podrías ayudarme a subir?

-Okey, a las tres. -comentó preparandose para impulsar a su amigo-. Una, dos ¡Tres!

-¡Woah! Gracias, Frisk, hey ¿Estás bien? ¿No vas a subir?

-¿Eh? ¡Ouh! No, bueno si, pero más tarde, solo, iré a columpiarme...

-¿Okey..? ¡Diviertete Frisk!

-Lo haré Monster Kid. -dijo caminando en direción a los columpios, se sentó en uno empezando a columpiarse-. ¡Vamos Frisk! Debes de dejar de pensar en eso. -susurraba aún columpiandose.

-¿Pensar en que niño?

-¡...! ¡Sans, no me asustes así!

-Okey, okey, ahora dime ¿En qué debes dejar de pensar?

-En nada, no es importante, no te preocupes, mejor vamonos, seguro que las galletas ya están frías ¡Monster Kid ya nos vamos! -exclamó la chica caminando junto a su amigo hacia su casa.