Otro rato después volví a despertar . Nevaba copiosamente y noté asustada, que yo llevaba encima la ropa de él y encima la cobija . Le toque los hombros y estaba helado, por Dios , en que estaba pensando? Tome la cobija y la ropa y lo abrace , nos coloque bien la cobija encima y con mis manos comencé a masajear su pecho frío para hacerlo entrar en calor. Él se removió un poco y suspiró.
Todavía entraban unos pocos destellos atreves de las ventanas y pude observar el fornido y hermoso pecho que yo estaba acariciando. Y sus piernas ? Me pregunté y bajé despacio mis manos, toqué con cuidado y sentí ...
Me quede paralizada de golpe mientras yo realizaba mi escrutinio al ver que aquellos hermosos ojos azul zafiro me miraban. Una corriente eléctrica atravesó todo mi cuerpo y mis manos, benditas manos con vida propia, ya estaban acariciando con deleite esas torneadas piernas. Entonces él me sonrió, mientras curveaba su boca de lado.
No entendí porque, pero con un movimiento rápido entre la cobija y la ropa me situé encima de él. Y lo sentí, y vaya que lo sentí, recargue mis brazos en su pecho y me acerqué todo lo que pude a su rostro.
Y lo besé primero suavemente saboreando sus labios, y él abrió su boca y con su lengua comenzó a saborearme. Cuando me separe de su boca volví a mirarlo otra vez. El no decía nada , sólo me miraba , me sonreía. Entonces él deslizó mis manos hacia atrás de mi espalda y comenzó a besarme el cuello, sentí que una de sus manos hábilmente se había desecho de mi brassiere y desabotonado los botones de mi blusa. Acercó mi pecho a su boca y lo saboreo, gimió de placer y con rapidez tomó el otro. Volteó a mirarme otra vez y regresó a mi pecho, bajo por el haciendo pequeños círculos con sus besos.
Mi grito de sorpresa no lo hizo voltear , estaba besando, acariciando la parte más íntima de mi ser. Entonces a punto de volverme loca asalté su boca con mis labios y lo rodie con mis piernas. En un momento éramos uno sólo. En el momento de aquel estallido de felicidad llegó a mi mente un nombre, que lleno mi alma de tanto amor. Terry , Terry te amo! Dormida entre sus brazos ya no sentí frío, ya no había soledad.
Lista mi hermosa pecas ? Es hora de partir . Y me tomo de la mano y juntos salimos de mi Combi , el sol ya estaba saliendo y la nieve había dejado de caer.
Terry , mi Terry , mi amado rebelde.
Por la mañana un equipo de rescate había llegado hasta la combi. Estaba completamente aplastada contra un enorme árbol. Tuvieron que usar pinzas para poder abrir y sacar el cuerpo de una señora mayor , su rostro apacible pese a tener heridas graves en él . Les pareció extraño que el cuerpo estuviera templado pese a las bajas temperaturas que provocó la tormenta de nieve .
Una joven de ojos verdes y brillante cabellera rubia contemplaba triste el cuerpo arrugado y maltrecho de esa pobre mujer.
A un lado de la carretera la esperaba paciente el joven que por muchas vidas la ha amado. Una mañana de Navidad.
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