Prólogo

532 36 7
                                    

Hay veces en las que no todos logran descubrir qué sienten dentro de sí, llega a ser una tortura tener las mismas dudas durante mucho tiempo, estar cuestionándose lo mismo cada segundo hasta pensar en el qué dirán los demás, y no era una excepción para Licorice.

Pasaba mucho tiempo en la torre para obedecer las órdenes de Dark Enchantress, lo que en varias ocasiones ocupa mucho tiempo del día, por lo que no tuvo bastante tiempo para conocer a más gente además de las 4 personas con las que convivía en aquella torre. Licorice no tenía mucho tiempo para socializar, apenas podía descansar algunos días pero él no estaba acostumbrado a hacer nuevas amistades, sobre todo que no estaba seguro de ir al reino donde Gingerbrave y sus otros amigos se encontraban, eran del equipo rival de Dark Enchantress lo que le generaría problemas, y si iba era por sus respectivas órdenes asignadas, en las cuales, siempre fallaba. Solía desahogarse en un pequeño diario que conservaba, a veces lo usaba para anotar cosas que debe hacer, quejarse de sus tareas o de alguno de sus 3 compañeros, sobre todo con Pomegranate.

Ese día no tuvo mucho qué hacer, le quedó tiempo libre para despejar su mente un rato después de tantos intentos fallidos en las misiones que la hechicera le daba, por lo que decidió caminar por un pequeño bosque no muy lejos de la Torre del Dulce Caos, ya que si Dark Enchantress le debía encargar otra tarea, quería tardar en ir lo menos posible para evitar conflictos. Si bien su descanso no era algo muy entretenido, por lo menos servía para desestresarse un poco y pensar en otras cosas para calmarse, pateaba algunas piedras en el camino por el aburrimiento, no tenía algo más qué hacer ahí. Lo que no se esperaba era encontrarse con alguien en ese bosque, quedó algo sorprendido ya que ese bosque no era muy cercano al reino de sus rivales, si bien no se acercaba a ese lugar casi nunca, sabía que quién estaba ahí pertenecía a ese lugar porque logró verlo ciertas veces por allí. Un chico de cabello albino, con un sombrero verde como las hojas de los árboles con una pequeña flor de loto, unos ojos color celeste como el cielo más claro, y una vestimenta de tonos verdes como la naturaleza más bella, Licorice solo se quedó observando a aquel chico quien estaba tocando una canción en su mandolina de trébol, rodeado de varios animales que habitaban en el bosque, los cuáles el de capucha oscura nunca vio debido a que permanecían escondidos entre los árboles y arbustos. Miraba en silencio al albino tocando y cantando esa hermosa canción, parecía que había sido hipnotizado por aquellas melodías, y al terminar, vio como el chico se puso de pie e hizo una reverencia ante las pequeñas criaturas, quienes saltaban felizmente.

Inconscientemente, el pelinegro exclamó en voz baja --eso fue muy increíble...- esto hizo que captara la atención del contrario, dirigiendo su mirada hacia él, Licorice rápidamente se ocultó detrás del árbol de dónde había estado observando al albino, pensando en una forma de salir rápido de ahí, mientras que por otro lado el oji-azul solo miraba confundido el árbol dónde se escondía aquel chico, pero luego rió levemente y  dijo --muchas gracias, me alegro de que te haya gustado a ti también-. Licorice permaneció en silencio, no quería decir algo más que lo dejase en ridículo.

El albino se bajó de su lugar, aún con su mandolina en las manos dirigiéndose camino al reino, no sin antes voltear una vez más hacia donde el pelinegro seguía ocultado --si quieres oír otra de mis canciones, puedes venir a este lugar cuando quieras, suelo pasar mucho tiempo aquí, espero verte- sonrió amablemente y continuó su camino.

El oji-amarillo observó con cuidado al contrario, mirando cómo se alejaba cada vez más con algunos animalitos siguiéndolo, le resultó algo extraña su reacción pero decidió no darle mucha importancia, de todos modos no volvería a ese lugar, si estaba ahí fue por pura casualidad. Siguió caminando por el bosque un rato largo, y de repente de un momento a otro Bat-Cat apareció frente sus ojos, algo cansado ya que estuvo mucho tiempo buscándolo --¡M-Meowestro, lo estuve buscando!- Licorice pensó que Bat-Cat vino para decirle algo sobre Dark Enchantress, pero de hecho solo dijo que Pomegranate lo llamaba para decirle algo, lo que hizo que el pelinegro quedara extrañado ya que ella no suele hablar mucho con él y si lo hacía es para quejarse o simplemente terminan discutiendo, pero ya que no estaba haciendo nada no le dio mucha importancia. Comenzó a caminar sin decir nada y lucía algo pensativo, lo cuál no pasó desapercibido por Bat-Cat --Meowestro ¿Está bien? ¿Quién era aquel chico con el que estaba hablando?- preguntó la criatura flotante, Licorice sintió un pequeño escalofrío al oír esa pregunta --¡Por supuesto que estoy bien! él no es nadie importante, solo me lo encontré de casualidad y ni siquiera sé su nombre.- dijo con un tono normal, lo suficiente para convencer a Bat-Cat que todo estaba bien, aunque Licorice se quedó pensando en lo que dijo, y es verdad, ni siquiera habló con aquel chico ni preguntó por su nombre.

Se concentró tanto en esconderse que no tuvo tiempo de interactuar con alguien más en mucho tiempo, además aunque le hubiese hablado seguro no habría sabido qué decirle, cuando se pone nervioso suele ser algo torpe con las palabras o a veces dice cosas sin pensarlas bien y queda en ridículo por completo, solo suele pasarle si debe entablar una conversación en calma con alguien nuevo pero se siente un poco más seguro cuando debe pelear con Gingerbrave y su equipo, pero por ahora, tal vez deba dejar el tema del chico albino de lado, solo quería saber qué quería Pomegranate.

🍀||End Prologue||💀

Mi trébol de 4 hojas||🍀Clover x Licorice💀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora