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Qing xuan sentía su cabeza pesada y su cuerpo extrañamente adolorido. Recordaba que el día anterior había estado caminando por la capital imperial de noche y que de la nada alguien lo empujó, luego había caído fuertemente por un bosque de terreno desnivelado y lo último que llego a su memoria fueron unos brillantes ojos dorados de expresiones confusas.

Un calor envolvió dulcemente su cuerpo y se sintió en las nubes, como si todo mal se fuera con ese tacto, no pudo evitar apretar la tela debajo de el y restregar su cabeza como un tierno cachorro. Un suspiro salió de sus labios mientras mantenia sus ojos cerrados, pero todo ese dulce ambiente se disipó con un frío y delicado agarre en sus mejillas.

-Qing xuan...quítate de encima.

La voz llegó a sus oídos dándole un escalofrío. El dueño de todos sus pesares estaba hablándole en el oido, con su voz desganada y baja que lo hacía tener un tono tan sensual.
No quería abrir sus ojos, pero tampoco quería estar cerca de la calamidad, su cuerpo tembló como una hoja de otoño cayendo y el brazo que sujetaba su cintura se apretó más a su alrededor, lleno de sentimientos que mortificaban su interior, puso sus manos en los hombros del otro y se alejo un poco, pero inmediatamente su cara se puso roja al ver la cercanía del rostro de su Ming xiong, quien siempre mantenia una expresión indescifrable...pero está vez parecía haber algo de duda dentro de sus ojos negros.

-¿Que pasa?

Qing xuan despertó de su ensoñación y pestañeo un par de veces algo confuso, estaba sentado entre medio de las piernas de he xuan quien se mantenía sentado en una posición de loto.

-M-ming xiong

El nombre salió tembloroso de sus labios, como si el tan solo decirlo lo quemara por dentro. Sus ojos se humedecieron ante el recuerdo de que su mejor amigo le mintió todo el tiempo que estuvieron juntos para luego matar a su hermano...no había forma de arreglar eso último, He Xuan tenía razón, su hermano se equivocó pero...¿Cómo? ¿Cómo podría enmendar su error? ¿Había alguna forma?

Negó ante sus pensamientos y jamás espero que el mayor liberará su cintura para limpiar con sus dos manos las lágrimas que escaparon por sus mejillas...su Ming xiong, su lindo Ming Xiong, aunque fuera solo una farsa lo apreciaba.

Subió sus manos para abrazar el cuello del otro y una sonrisa llena de nostalgia se pinto en sus labios, rápidamente cambio a su forma femenina y de forma coqueta se sentó mejor sobre el regazo del otro, su nariz rozando la piel blanca del otro mientras una risa traviesa no tardó en salir de sus labios, lo había extrañado, aunque no se lo merecía lo había extrañado y lo iba a hacer por última vez...iba a hacer enojar a su Ming xiong en broma.

-Uh, mi Ming Xiong es tan bonito, pero es inadecuado tener a una dama de esta forma sobre tus piernas... pervertido.

He xuan bufo molesto y como si el no existiera paso sus manos por los costados de su cintura, tomo un bollo de arroz y se llevó a la boca devorandolo de dos mordidas, unos arroces cayeron de su boca y quing xuan quedó sorprendido por el apetito de la calamidad, rápidamente se escurrió de los brazos del otro para no ser manchado con comida y se sentó a su lado. Saco su abanico mirándolo unos segundos para luego sonreir y apoyar su codo en la mesa para sostener su mejilla y cubrir la mitad de su cara con el artefacto, He Xuan lo miro algo curioso pero lo único que recibió fue un giño coqueto de la señora del viento.

-Ming Xiong~

Qing xuan jugo con el nombre entre sus labios cariñosamente, pero el otro hombre simplemente lo miro de reojo, como si estuviera aburrido. Pero había algo en su mirada que le hacía temblar; su Ming Xiong en realidad era un terrible demonio, el hombre al que el abrazaba y llamaba cariñosamente siempre fue una calamidad...ya no podía jugar con el cuando sabía la verdad.

Cómo si le hubieran tirado un balde de agua fría su sonrisa se borró y sus pupilas temblaron de miedo al enfocar a He Xuan.

-Y-yo ...ming xiong...me tengo que ir

Sin esperar un respuesta cerró el abanico y se levanto para salir casi corriendo del salón, cruzo la puerta y luego volvió para no parecer tan sospechoso. Está vez se aferró al marco de la puerta y sacudió su mano como si le estuviera dando una cálida despedida.

-¡Nos vemos ming xiong!

He xuan la vio irse, cerro sus ojos un momento mientras acercaba un cuenco de vino a su boca y sonrió tan levemente que casi no se notaba. Qing xuan jamás cambiaba, era tan energético como una brisa de viento; no podía odiarlo del todo. 









☄️☄️

Tenía este fanfic guardado hace bastante tiempo, espero que les guste 💞

Disipa las nubes de tormenta para consolidar nuestro amor |•Beefleaf•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora