el cielo comienza a derramarse
y se ilumina de violeta
el gris manto que me cubre.sorbo de cisne, té de cuatro plumas.
¿es él viento?
cansado de dibujar bocetos
del ciervo parado en la luz gris.
aquel animal que ya no emite sonido,
resguardado y aterrorizado.
como yo.con los ojos llorosos intentando dormir,
ignorando los gritos
de ángeles enojados que miran hacia abajo.buscando un color
que llene aquel hueco,
un tacto frío y celeste caliente.pero yo soy un amarillo intolerante,
un azul en el interior.
lloro risas, río lágrimas.estoy demasiado vivo.
abro los ojos y veo al cielo caerse
y al mundo entero venirse con él.