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Esa noche cuando jeno le mando mensaje a todos sus contactos diciendo que daría una gran fiesta en su casa no lo pensó mucho y cuando menos acordó, ya había más de 100 personas en su salsa bebiendo y bailando al ritmo de música que retumbaba en las bocinas.

Miro el ambiente animado y divertido  y solo pudo suspirar nostálgico.

— vamos a bailar jeno, no seas un aburrido. para eso venimos a la fiesta,  ¿no? — gritaba Jaemin para que lo alcanzara a escuchar sobre la música jalandolo del brazo con una mano mientras en la otra sostenía un vaso rojo con su bebida. — vamos amor.— suplico una vez más acercándose a él con un puchero para dejar un pequeño beso en sus labios para convencerlo.

el pelinegro suspiro y asintió dándole gusto a su novio. jaemin chillo alegre y se alejo de el botando su vaso rojo en algún lado para tomar sus manos con las dos propias para levantarlo de su lugar en el sofá y arrastrarlo al centro de la sala donde había una improvisada pista de baile con gente moviendo sus cuerpos de un lado a otro.

sonrió sinceramente al ver a su novio tan animado bailando y saltando de un lado a otro y lo imitó.

jeno camino a la cocina y tomo una botella llena de vodka para tomar directamente de ella. pensó que el hacer una fiesta y tomar alcohol hasta nublar sus sentidos le haría olvidar el dolor de su corazón pero solo lo estaba empeorando. de repente se sintió sofocado y sin soltar la botella salió al patio trasero, había más gente ahí sentada y tomando tranquila y el solo pudo imitarlos.

se sentó en el pasto verde algo largo y tomo otro trago de la botella que tenía en su mano. miro al negro cielo de la noche que se extendía en su máximo esplendor sobre su cabeza. las estrellas extrañamente brillaban con más intensidad esa noche y la luna era más linda que otras veces y de repente otro recuerdo atacó su mente.

jaemin y el estaban acostados sobre una manta tendida en el pasto del patio de su casa. con sus manos entrelazadas miraban las estrellas tranquilos hasta que jaemin comenzó a hablar.— Jeno.

lo llamo mientras extendía su mano al cielo tratando de atrapar las estrellas.

— ¿que ocurre jae? — contesto el pelinegro mirando el costado de su novio. se miraba tan lindo con los ojos brillantes reflejando todas las estrellas del universo. sin duda amaba los ojos de jaemin. — el día que yo no esté aquí estaré en el cielo junto a todas esas bellas estrellas. — dijo casi en un murmuró inaudible, giro su cabeza y con una enorme sonrisa que hacía que sus ojos se cerraran un poco miro a su novio. — ¿no te encantaría ser una estrella, jeno?

de repente jeno tampoco quería estar en el patito, sacudió su cabeza y contuvo las lágrimas en sus ojos que amenazaban con salir. tomo un largo trago de la botella de vodka que tenía en su mano y se levantó entrando de nuevo a su casa.

necesitaba tomar algo más fuerte.

cuando se estaba preparando un trago con todas las mierdas que había sobre la barra de la cocina alguien se acercó a él y tomo su vaso para tirar el contenido en el lava platos. estaba apunto de reclamar cuando el extraño hablo primero.— si que no sabes preparar tragos.— se burló y comenzó a preparar uno.— quieres que se te crucen todos los cables o por qué mezclabas todo?

— solo quería tomar algo fuerte.— respondió mirando con curiosidad al delgado chico frente a el. se confundió un poco cuando esté le extendió un vaso rojo y dudo un poco en tomarlo.

— tranquilo no lo envenene idiota. solo tómalo.— río el chico y tomo de su propio vaso. algo dudoso jeno tomo de su vaso y lo miro con algo de curiosidad.

— soy Renjun.— dijo el chico dándole otro trago a su vaso. — Jeno. — dijo de vuelta recargandose en la barra de la cocina para volver a tomar del vaso rojo que el desconocido (que ahora tenía nombre) le había dado.

DRUNK - NoMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora