山竹

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Takemichi estaba jodidamente perdido, es 24 de diciembre del 2003, y había despertado en su habitación cuando tenía doce años, no recordaba mucho después de que Mikey lo estuviera ahorcando en el hospital mientras se recuperaba, ni siquiera puso r...

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Takemichi estaba jodidamente perdido, es 24 de diciembre del 2003, y había despertado en su habitación cuando tenía doce años, no recordaba mucho después de que Mikey lo estuviera ahorcando en el hospital mientras se recuperaba, ni siquiera puso resistencia porque sabía que se lo merecía. poco a poco fue perdiendo la conciencia, por lo menos estando muerto iba a estorbar menos.

¿Por qué no podía descansar? ¿Qué fue lo que le envió otra vez al pasado? No tiene idea, no sabe nada.

Aunque su cuello está limpio aún puede sentir las manos de Manjiro alrededor de este, ahorcandolo con la intención de matarlo, obvio. el sentimiento de desesperación aún seguía en él, tampoco sabía el paradero de los que antes eran sus amigos, ya que después del entierro de Draken nadie se atrevió a dirigirle la palabra, las visitas nunca llegaron y tampoco recibió ningún mensaje. se lo merecía por haber estropeado el que hasta ahora era el mejor futuro para todos, a excepción de Manjiro.

Sólo quería ayudar.

Está cansado de tantos viajes, un error tras otro, una muerte tras otra y al final era fácil decir "no te preocupes, hay que regresar y ver que hiciste mal" porque siempre terminaba tragandose toda la mierda de los futuros fallidos, él y su asquesoro complejo de salvador lo llevaron a esta situación, quizás si hubiera ignorado a Kazutora, pudo seguir creyendo que Mikey estaba en el extranjero, pero no quería dejarlo sufrir en su soledad, él nunca ha sido así, no después de verlo morir en sus brazos. tal vez debió prestar más atención a los pequeños detalles, mientras él se enfocaba en salvar a Hina, Mikey se rompía sin pedir un poco de ayuda. siendo nuevamente su culpa, al no preocuparse por la persona que en esos momentos, necesitaba ser escuchado.

Cree que esta es su última oportunidad para cambiar las cosas, un último para remediar sus errores y salvarlos a todos.

Observando el cielo estrellado, sentado en un columpio, es una noche tranquila, quizás tendría clases al día siguiente pero no importaba, no quería volver a casa porque se sentía asfixiado, por esto mismo decidió salir un rato para despejar su mente. ni siquiera vio la hora antes de encaminarse al parque más cercano, tampoco tenía que preocuparse por sus padres, ellos nunca estaban en casa por sus trabajos.

𝖽𝖾𝗋𝗇𝗂𝖾̀𝗋𝖾⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀﹕⠀⠀⠀⠀⠀⠀𝗌𝖺𝗇𝗍𝖺𝗄𝖾 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora