Un cuento de navidad

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24 de diciembre 2022 / hora 4:50pm

- Entonces ¿No irás a la fiesta de Alí de navidad? - preguntó Gihun desde el otro lado del teléfono – Vamos amor… Ya has hecho bastante, no estaría mal que te dieras un descanso, yo iré. – escuchó como su esposo seguía tratando de convencerlo.

- Descansaré cuando esté muerto Gihun. No te preocupes, el otro mes pediré mis vacaciones y saldremos a alguna parte. Solo los dos – respondió sin humor mientras terminaba unas facturas y ponía en orden los datos del siguiente día. No tan seguro de las vacaciones, diciéndolo más que nada para terminar la llamada.

- Bien… No trabajes demasiado cariño. ¡Te amo! – gritó en su oído antes de colgar.

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24 diciembre 2022 / hora 10:45pm

Sangwoo llegó a casa casi a las once de la noche, lo que se supone sería una velada romántica como su aniversario número 16 no pudo realizarse debido al trabajo excesivo de su nuevo puesto.

Lo que fue una alegría para ambos hace seis años atrás se había convertido en llegadas tardías, poco descanso y otras cosas como pequeñas discusiones sin importancia desde su punto de vista.

Las luces navideñas adornaban las calles de manera cegadora y empalagosa. Su nariz estaba mareada de tanto dulce y aroma a pino. Sólo quería llegar a su casa, tomar una aspirina para calmar el dolor de cabeza y dormir junto a su esposo.

Conociendo a Gihun estaría arrecostado en el sofá o en la cocina esperándolo para abrir los regalos o alguna tontería así. Sangwoo no era un fanático de esas fechas, tanta hipocresía, miradas de falsa comprensión y actos de bondad solo por el simple hecho de ser navidad. Además de un gasto excesivo de tanta luz con la que Gihun adornaba la casa.

Sabía cuánto adoraba Gihun esas fechas, una excusa para llenarlo de regalos tontos como cartas y su lonchera de almuerzo desde noviembre hasta que acabara la celebración llena de figuritas navideñas y uno que otro chocolate con la forma del gordo diabético.

No le molestaba para nada, pero era un poco raro para él, se supone que eran adultos, no tenían hijos y no veía la razón de celebrar esa cosa si no había niños a quienes atormentar con la promesa de regalos a cambio de un buen comportamiento por todo un año.

Tampoco es que quisiera hijos, ya le bastaba con la actitud descuidada y un poco infantil de Gihun.

Aunque esa imagen de su esposo siendo cariñoso con una criatura totalmente inocente no estaba tan mal.

Sacudió su cabeza en negativo tan sólo terminó de procesar esa imagen. Si con el tiempo que tenía en su trabajo y Gihun también trabajando en el mecánico no les daba casi para verse, sería menos con un escuincle en la casa. Podía incluso adivinar a quien le daría su esposo más la atención.

Le empezó a doler más la cabeza.

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Cuando entró a su casa pudo notar las luces apagadas. Algo extraño, usualmente Gihun se quedaba con las luces prendidas en ese día en particular mientras lo esperaba. Sangwoo le solía reclamar por ese tema. De seguro al fin recapacito y le hizo caso por primera vez en su matrimonio.

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