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Narra Jorge;

La veo y no puedo creer que después de tanto tiempo esté frente a mi. Me sentía muy extraño tenerla en frente a mi y no sentir ese cariño que le tenía antes. ¿Era acaso eso posible?

-Te hice una pregunta.-Interrumpí el silencio.-¿Qué haces aquí?

-Tenemos que hablar Jorge.

-Te lo advertí, te dije que no volvieras a buscarme. No quiero saber nada de ti Vanessa.

-Lo sé Jorge, pero...somos familia y necesito que hablemos.

-Pues yo no deseo hablar contigo.-Intentó cerrar la puerta, pero ella coloca su mano impidiendo que pueda cerrarlo.

-Por favor Jorge.-Pidió.-Viajé muchas horas para poder verte.

-Nadie te lo pidió.-Solté con enojo.-Vete.

-Jorge.-Escuchó una voz tras de mi y cierro mis ojos.-Deja que pase la noche aquí.

Me volteo y niego, pero al ver que me hacia ojitos y me sonreía sabía que no podía negarme a nada que ella me pidiera.

Doy la vuelta para ver a mi prima y con el ceño fruncido asiento.

-Pasa.

(...)

Dejé que Danna instalara a Vanessa.

Actualmente me encuentró en el balcón de la habitación que da hacia el mar.

-Mi amor...-Escuchó a Danna hablar.

-Estoy aquí.-Suelto y al instante llegó.

Camina hacia mi y se sienta en mi regazo.

-¿Quieres hablarlo?-Cierro mis ojos y asiento.

-¿Por qué la tratas bien? ¿Por qué después de todo lo que nos hizo?

-Mi amor...-Dice mientras suspira.-Se que nos hizo mucho daño, se que intentó separarnos, pero...estamos juntos, vamos a ser papás y creo que Vanessa tiene derecho a equivocarse y pedir perdón, ¿no?

-Si así fuera yo no sería igual.-Niego colocando mi mano derecha sobre su muslo.-No confío en ella.

Ella sonrié y asiente.

-Solo escucha lo que tenia que decirte, la conoces mejor que a nadie y sabrás que hacer.

-¿Por qué eres así?-Pregunto con una sonrisa.-¿Por qué perdonas a las personas que tanto daño te hicieron? Primero yo...

-Sh...-Dice negando mientras se acerca hacia a mi.-Eso ya quedó atrás.-Sonrié besando la punta de mi nariz.-Te amo y solo quiero que estés feliz, que seas feliz.

-¿Eres feliz conmigo?-Ella ríe y asiente.

-Más que eso.

Sonrió y al instante siento sus labios contra los míos.

(...)

A la mañana siguiente recibí un mensaje para una nueva colaboración, pero esta vez no musical. Hablé con mi manager y le dije que lo hablaríamos, por lo cual debía viajar a Chile.

Al salir del baño me encuentr con Danna intentandose colocar los zapatos y no puedo evitar reír o sonreír al verla así.

-Te ayudo.-Sonrió y me arrodillo frente a ella para poder ponerle sus zapatos.