TRECE.

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Cuando salí de mi me dirigí al salón, pero antes de girar la esquina, escuche a Will y Andrea hablando.

- No entiendo, ¿me estas diciendo que estas embarazada, pero no de mi? - Hablo Will.

- Si, y lo siento. Antes que tu aparecieras en mi vida, yo me había acostado con mi ex. Se que no lo debí hacer, ya que en ese momento el y yo no éramos nada. También debí usar protección, o tomar la píldora. De verdad lo siento.

- No lo entiendo.

- Lo se, es difícil de asi... 

- No eso no. - La interrumpió Will.

- ¿Entonces que? 

- Que te disculpes, fue tu pasado, se que eso afecta a tu futuro, a nuestro futuro, pero no me tienes que pedir disculpas por tus decisiones.

A Andrea le comenzaron a caer lagrimas de sus hermosos ojos azules.

- Lo siento, si quieres aborto, pero no me dejes por favor, no lo hagas.

- Tu estas loca, jamás te dejaría, por nada en este mundo. Cariño yo te amo, te amo como si nunca hubiera sabido lo que es amar y ahora gracias a ti lo se, te amo con cada parte de mi ser, te amo porque eres tu, y nada sobre la faz de la tierra va a hacer que cambie de opinión. - Él beso los labios de mi amiga. - te voy ha hacer una pregunta, y quiero que me respondas con sinceridad, ¿vale?

- S-Si. - Dijo mientas asentía.

- ¿Quieres tener a ese bebe? Se sincera por favor.

Ella asintió lentamente. - Si, yo quiero ser madre de tu bebe, pero es que este es el mío, y deseo que crezca junto a mi.

- Pues no se hable más. Anda ven dame un abrazo.

- ¿No estas enfadado?

- No, ¿por qué debería estarlo?

- Porque estoy embarazada y no es de ti. - Respondió Andrea.

- A parte de que soy incapaz de enfadarme contigo, no debería enfadarme por lo que decidiste  en tu futuro. Además para poder ser padre no hace falta el esperma, así que si tu me concedes el honor de ser el padre de tu bebe, lo sería encantado.

Andrea besó a Will.

- Encantada de que seas el padre de mi bebe.  

Andrea volvió a besar los labios de Will.

- Andrea, ¿te das cuenta? Vamos a ser papás. - Dijo sobre los labios de ellas.

- De verdad, a veces pienso que no eres humano. Eres increíble. 

Cuando Andrea dijo eso, salí.

- Pienso lo mismo, con los dos hermanos. Y no se el tuyo, pero el mío a demás de ser increíble por sus palabras, también la tiene de un tamaño increíble, y es tan guapo que es el príncipe azul que toda zorra querría. 

Al escuchar eso, los dos empezaron a reírse mirándose a los ojos, y con los labios a un centímetro de distancia. 

...

- Ósea, haber si me ha quedado claro. El día del partido estabas tan nerviosa porque sabías que Richard me iba a pedir salir.

- Puede. 

- Y supongo que tu te encargaste de hacer los uniforme, la pancarta, y de que yo asistiera sin falta. - Le reproche a mi amiga.

- Si te hice un favor.

- Eso no te lo voy a negar, pero, ¿dónde quedo lo de contarnos todo?

- Mejor le prestamos atención a la película.

Bajo la Luna soñada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora