Bajar de peso muy rápido sin hacer nada no fue sospechoso o cuando me iba corriendo desde comer a mi cuarto tampoco lo fue, pues claro que no madre tu solo tenías ojos para criticar mi peso, la ropa la cual usaba o incluso la forma en la que caminaba
La única que me dio su acobijo y la cual me hizo sentir más cerca de mi querida muerte fuiste tú, con cada vomitada, sentía los brazos de mi amor, con cada vomitada sentía que la felicidad estaba sonriéndome y con cada vomitada me sentía mas libre.