Yoongi quien había despertado hace unos minutos comienza a caminar por la casa, hace días que no se transformaba en humano y en ese tiempo había aprendido a manipular a Jeon para que pasara todo el día jugando con el. Había aprendido que en cuanto escuchara la puerta sonar correría a esconderse, esto preocupaba al mayor y empezaba a buscarlo por toda la casa.
También que si se subía encima de JungKook lo cargaría y dejaría de jugar por darle atención. Aveces se colaba por las noches al cuarto de este para escabullirse y dormir con el. Aveces lo mordía jugueteando con sus piernas.
De algo Yoongi estaba seguro, y era que amaba ver como el pelinegro se levantaba en las mañanas con sus mordidas por todas sus piernas y muslos; aunque ya había aclarado que era niña el chico tonto osea TaeHyung, insistía en que se llamaba gigi y era chica, ya se había acostumbrado al nombre, pero lo de los tutus rosas no.
Se acercaba a los humanos cuando estos jugaban con los controles de la caja blanca. Kook era celoso y posesivo aunque intentara ocultarlo por lo que aprovechaba que Tae andaba cerca para sacarle de quicio, se restregaba de la mejilla del chico tonto, ronreanaba más alto de lo usual y maullaba para que este le diera atención, moviendo su cola de un lado a otro.
La cara de Jeon era un poema, del cual sólo se reía internamente, lo veía con ojos inocentes total el no había hecho nada, ¿Verdad?.
Notaba que la mirada de Kook no era la más santa podía ver en sus ojos una pizca de deseo en los últimos días.
Un día donde TaeHyung no se encontraba en el apartamento decidió volver a su forma humana y colarse en el cuarto del más alto, YoonGi ya no sentía vergüenza alguna al estar desnudo por la casa. JungKook se encontraba revisando su computadora revisando la taza del día de la moneda virtual por la cual jugaba, si señores el no jugaba de a gratis.
YoonGi se acerco a el sentándose sentándose su regazo, poso su cabeza en el hombro del pelinegro e inspiró profundamente el olor del contrario embriagadose.
Hueles muy bien~ -Comenzó a ronronear, su cola comenzó a moverse de un lado a otro suavemente esto le estaba gustando más de lo que debería pero no se preocupaba, ¿que preocupaciones puede tener un gato más allá de que lo alimenten, este cómodo y sus dueños lo quieran?, exacto, nada.
Se deja cargar por aquel chico, notó que tenía unos brazos muy fuertes se veía que hacía ejercicio, por su cabeza solo pasaba imágenes del chico ahorcandolo ¿las hormosas ya le estaban haciendo mal o era el olor del chico? Se sonrojo y un jadeo escapo de sus labios involuntariamente.
Con cuidado pero de manera intencional se pega a su cuerpo sosteniéndose de su cuello, roza de manera "accidental" su miembro con el del contrario.
La cercanía no los asfixiaban pero necesitaban aún más alguna señal para romper la distancia y poder quitarse esa sensación, no era como que les fuera la zoofilia pero siempre había una primera vez ¿no?, miró de reojo al chico, no había fornicado hace meses, y el gatito no estaba nada mal.
Gracias por eso. -Susurró cerca del cuello del más pequeño pudo sentir como este se tensaba, vamos el tambien podia jugar y sabía hacerlo bien el animalito parecía disfrutarlo, se atrevió a bajar la mano de su espalda a su cintura y apretó el agarre sacando un ronroneo fuerte al de orejitas, ¿todos los gatos eran así de sensibles?.
Paro en seco al escuchar el eco del casi gemido que el gatito soltó, miró a yoongi de una manera penetrarte.
-Dime que es lo que quieres por favor no creo aguantar más, mi polla esta más dura que nunca. -Susurro desdeperado en el oído del gatito, es que tenía a un chico precioso desnudo en su pecho, y el muy canijo no paraba de moverse en su regazo. Tiró su cabeza hacia atrás antes la deliciosa fricción, yoongi parecía disfrutarlo tanto como él porque lo que luego vino fue tener al gatito repitiendo el movimiento con las caderas una y otra vez.
Ambos se detuvieron enseguida y escuchar las llaves en la puerta, el sonido del seguro pasándose y luego el traqueteo de la puerta; YoonGi por el susto vuelve a su forma gatuna y corre bajo el escritorio del pelinegro con el corazón a mil y la respiración agitada. Por otro lado el humano que se encontraba en la habitación, se arregló la ropa y enseguida volvió al juego, viendo su partida finalizada y obviamente perdida cosa que lo molesto un poco haciendo que vuelva a la realidad, pateando con suavidad al gato en sus pies de manera burlona pero algo molesto.
Por la casa se escucha las grandes y rápidas pisadas de TaeHyung corriendo de la puerta a la sala, de la sala a cocina y por última corre por las escaleras revisando los únicos tres cuartos y el baño. Por un momento JungKook pensó en que Taehyung jugaba a ser un perro o que por fin se había vuelto completamente loco.
Escucha el portazo y de manera inmediata y asustado voltea a ver al mayor, joder su hyung le había dado un horrible susto.
-TaeHyung ¡Joder! ¿que te pasa? Me has asustado. -Dijo colocando su mano en su pecho donde se encontraba su corazón, respirando de manera dramática alzando ambas cejas y haciendo puchero.
- ¡¿Donde esta Gigi?! Gguk, ¡Esta es la época de celo de Gigi!. -Ladea su cabeza en ver que su amigo estalló en carcajadas, el no le veía lo gracioso su preciada bebe se sentiría muy mal y seguro algún gato callejero se colaria por una ventana y básicamente violaria a su minina.
- ¿TaeHyung tu como sabes que es su época de celo?. -Junto sus manos y cargó a YoonGi acariciado cuerpo en busca de relajarlo antes de que se lanzará encima de TaeHyung por decir tremenda estupidez.
- Como padre uno tiene instintos Kook, Gigi esta es su época de celo, lo presiento. -Otra vez la carcajada de Gguk resonó por toda la habitación.
YoonGi solo podía pensar en como le arrancaría los sesos a Tae en la noche, pero de algo estaba seguro y era que lo que hizo hace unos minutos con Jungkook le había encantado, sin suda lo volvería a repetirlo pero por ahora estaba demasiado avergonzado como para siquiera mirarlo a la cara.
𝚋𝚢:
『𝙹𝚎𝚘𝚗𝙱𝚎𝚕𝚕 & 𝙸𝚜𝚊』
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Lindo Gatito
RandomGracias Kim TaeHyung. Repetía en su mente cada que besaba los dulces labios del bajito era su paraíso, hasta que se escuchaban las llaves y una puerta abriéndose con un poderoso: "¡Gigi Papá está está casa!" Jódete Kim TaeHyung. 𝙰𝚍𝚟𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗𝚌𝚒...