Cravings // OFFGUN💚

CAPITULO 01

¿Qué hacían aquellos dos chicos siendo vistos con extrañeza por la multitud sobre la mesa?

Todos exahalaron mirando hacia el omega del alfa. Desde sus orejas hasta sus pies. Los niños de la mansion se escondieron bajo las prendas de sus madres y padre omegas y los alfas de la manada salieron a la luz poniéndose frente a ellas. Una familia de conejos, primos, abuelos, tíos, padre e incluso vecinos o gente cercana a Off, el alfa de Gun. Todos levantaron sus orejas y por instinto en cuanto vieron al pequeño omega híbrido de zorro entrar por la puerta se asustaron.

—Es un zorro mamá, nos va a comer.

La madre del niño, la cual era tía de Off dio un pequeño golpe en la espalda del niño callandole. No eran una familia tradicional, pero tampoco les gustaba mezclarse, no hasta que Off llegó con un bonito zorrito a su puerta.

—Padre, madre, él es mi omega —dijo en voz alta para que no sólo escucharán sus padres sino todos los presentes.

Gun tomó su brazo un poco intimidado y escondió su cara en su espalda. Era un pequeño zorro bastante tímido, proveniente de una manada de zorros bastante corruptos. Escapó cuando apenas era pequeño, ya que era una presa para todos aquellos alfas de su propia manada. Fue acogido por una familia de híbridos de gato y fue criado como uno, dócil. Suspiro y Off le miró tiernamente llevando su mano disponible hacia su mejilla.

—No temas.

Dijo el alfa, produciendo una sensación de tranquilidad por medio de su Alfa. Gun jamás estaría a la altura de Off, aparte de ser un omega de zorro y prácticamente, de bajos recursos, era un simple huérfano. No había padres, ni siquiera había obtenido el amor paternal de alguien. Y su ahora familia de gatos, eran más como amigos.

—No hay necesidad de presentarte...

Gun salió de su espalda. Llevaba un gran suéter amarillo, pantalones caídos y una boina del mismo color sobre su cabeza. Su sonrisa tímida lo decía todo mientras mostraba su bonito vientre hinchado bajo su ropa.

La madre de Off casi se desmayaba sobre los brazos de su Alfa si no fuera por que este le detuvo y sus primas omegas se acercaron para acogerla.

—E-es la primera vez... que nos cruzamos entre razas... —habló el padre de Off mirando hacia el omega, el cual había tomado un rojo carmesí sobre sus bonitas y gordetas mejillas.

—Primeramente, ¿Qué tendrán? ¿Zorros o conejos? Y segunda, ¿Si llegas a tener un híbrido de conejo crees que podras enseñarle a como comportarse como tal? —habló una mujer alta, cabello largo y rubio acercandose hacia la pareja e intimidado inmediatamente al omega. —Oh, perdón no quise...

Miró como él omega se volvía hacia su pareja con miedo, y tomaba de nuevo su brazo en extrema sumisión pues la coneja, prima de Off y mayor que el, era una alfa.

—No quise hablarte en ese tono, es solo que... nuestros antepasados han pasado por tanto pero jamás... habíamos tenido una cruza menos con un zorro, no te ofendas, pero los de tu especie no son inofensivos —argumento y Off hablaría pero Gun le interrumpió tomándole fuertemente de la mano.

—Mis padres murieron cuando era pequeño, tan solo un bebé. Tuve que escapar de mi manada por que solo me utilizaban y unos híbridos de omega me acogieron en su hogar... s-se que soy un zorro, pero al fin de cuenta... soy, s-soy inofensivo... —aquello último salió con un pequeño quejido de dolor.

Los padres de Off se miraron entre sí y rápidamente avanzaron hacia el omega.

—Esto es algo nuevo. Pero no somos una familia tradicional, bienvenido a la familia Adulkittiporn. Se que cuidarás muy bien de mí hijo y de mi nieto. Y tu hijo —se dirigió a Off. —Nos hubieras dicho desde hace mucho, es una sorpresa y no es bastante común que solo traigas a tu pareja de la nada y en cinta. Solo, para la próxima tomalo como un consejo y también, cuida de tu futuro hijo y tu omega.

Los cuatro sonrieron y la familia se les unió. Esa tarde, era bastante acogedora hasta que llegaron a casa después de una gloriosa cena.

Gun de tres meses de embarazo, salió de su cama justo en esa mañana buscando con que saciar su apetito, pero lo único que había, eran las verduras que su bonito alfa comía. Refunfuño con enojo y tiro del refrigerador.

—¿Gunnie pasa algo? —preguntó el alfa bostezando levemente y tirando de su pijama.

—Solo hay verduras.

—¿Y?

—¿Cómo qué, y? Quiero carne alfa.