#001 || one rule

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ONE RULE || capítulo único

ONE RULE || capítulo único

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Kazutora estaba exhausto.

Habían muchas cosas que le molestaban, pero el hecho de tener a sus dos mejores amigos enviándole mensajes y haciéndole llegar llamadas constantemente cuando, se supone, eran conscientes que en el horario en el que lo hacían estaba trabajando, junto al extremo cuidado que debía propinarles a los gatos que los clientes le dejaban, el estrés no hacía más que aumentar, consumiéndolo en pocos segundos. Si eso sucedía, su dedicación al empleo no era el mismo, llegando hasta a quejarse en voz baja y patalear durante todo el día.

No lo malinterpreten, Kazutora adoraba a los animales. Claro, de lo contrario ni siquiera hubiera puesto un pie en aquella tienda de mascotas. Pero definitivamente se veía mejor en algún otro oficio, la mayor parte del tiempo su ser carecía de paciencia, llevándole siempre a tener un día de mierda y terminar dándose duchas frías diarias para tratar de calmarse. ¡Es más! Hacía unos solos días había tenido una pelea de miradas con un cliente que no paraba de coquetearle a su jefe, tirándole piropos que eran gentilmente rechazados por el contrario. Aún así, ¿quién se creía ese infeliz? De esos existían varios, asemejados a los gatos que trepan para agarrar a su presa, a veces creía que esos sujetos solo iban a coquetear para molestar. Y sí, se resistió, pero casi que lo pateaba fuera del local.

Con un suspiro de alivio, dejó una última caricia al brillante pelaje de aquel gato Burmés. El felino respondió a esta, cerrando sus ojitos y refregando su limpia cabeza en su mano, dándose más mimos por cuenta propia.
Honestamente, siempre había tenido suerte bañando y limpiando gatitos, algunos de ellos llegaban a rasguñarle, ¡pero todo bien! Kazutora sabía cómo controlarlo y
terminaban calmándose ante sus delicados toques al final.

-¿Quién está limpia? ¡Tú! ¡Sí, tú!-celebraba Kazutora dando leves saltos en su lugar, a la vez que juntaba sus palmas aplaudiendo en un volumen bajo.

El gato maulló en respuesta, comenzando a lamer su mano, en busca de limpiarse todavía más. Pero cuando la campana del local sonó y una figura asemejándose a la de una persona adulta pasó por la puerta, el gato volvió a maullar en queja hacia Hanemiya, quien lo había alzado y actualmente ya lo tenía en sus brazos.

-¡Oh, Lennie!-la señora fue la primera en emitir palabra, dejando el bolso en la mesa de recepción y acercándose a Kazutora con brillos en los ojos.

-¡Len está como nuevo, Sra. Makoto! Me encargué de quitarle algunos pelos que estaban viejos también, he de felicitarla por cuidar tan bien a su gato.

-Sí, sí. Incluso puedo verlo más animado ahora ¡Y es todo gracias a ti, cariño! Eres un ángel andante.

Los colores subieron al rostro del de mechas. Sacudió sus manos regalándole una tímida sonrisa. No era elogiado tan a menudo, no estaba acostumbrado. Pero la Sra. Makoto era tan gentil, tan dulce... Llegaba a verla como su madre, aquella que siempre estuvo ausente y nunca pudo darle el cariño que Makoto le daba.

𝐎𝐍𝐄 𝐑𝐔𝐋𝐄  | fuyutoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora