Cuento de Navidad [MEWGULF]

01

La familia Suppasit, era una de las más conocidas en todo el mundo, por todas las empresas que tenían alrededor del mismo.

Eran una familia unida, y llena de amor. Alexander y Ampha acaban de ser padres por primera vez, lo que faltaba para que su felicidad fuera completa.

Los años pasaron, el pequeño Mew, ya tenía tres años, cuando llegó el segundo hijo.
Gulf. Gulf no era parecido ni a su madre ni a su padre, pero era la cosita más linda del mundo.

Ambos crecieron, eran inseparables.
Pero los secretos del pasado salieron a la luz.

Era el cuatro de diciembre. Hoy Gulf cumplía sus dieciocho años.

No le importaba realmente, ya que ni su hermano, que tanto amaba, ni su madre estarían presente ese día, al igual que años pasados.

No entendí porque ni su madre, ni su hermano le querían. Siempre fue respetuoso, amable, obediente, siempre le trajo buenas notas y siempre se exige para ser el mejor en todo lo que le ordenaban hacer.

No siempre fue así. Todo comenzó cuando en su cumpleaños número dieciséis.

Gulf amaba sus cumpleaños, por que su hermano mayor, deja su día libre para estar con él. Amaba a su hermano mayor.

Pero ese día... Ese día fue su peor cumpleaños.

Mew nunca apareció, entonces espero y espero hasta que llego, ya pasada las doce de la noche, le pidió una explicación del porqué nunca llegó, él ni su mamá, pero lo que le respondió Mew... Hasta el día de hoy se arrepiente de haber preguntado.

"por que eres una puta molestia. Mamá ya me contó todo. Eres solo una pequeña mierda que quiere quedarse con lo que es nuestro. Pero nunca voy a dejar que te quedes con lo mio. Bastardo."

Gulf no entendía a qué se refería Mew, lo único que entendía era que su corazón estaba destrozado. Tanto que algunas lágrimas salieron sin permiso.

"No llores, pequeña mierda. Aquí nadie más va a creer tus falsas lágrimas" no sabe en qué momento llegó Mew hasta el y lo empujó "nunca más te acerques a mi o a mi madre, porque no vas a querer conocerme"

"Pero es mi madre también, tengo dere.." No pudo terminar su oración, porque la pesada mano de Mew chocó contra su delicado rostro, que giró por el impacto. Cayó de rodillas. Llevó su mano derecha a su rostro y pudo ver la sangre cayendo de su labio roto. ¿Porque Mew le pego?

"Jamás vuelvas a acercarte a nosotros dos" dijo Mew sin ningún poco de remordimiento. Le dio la espalda, caminó unos pasos más y se detuvo. Miró por sobre su hombro y hablo "Y será mejor que te cambies a la habitación más alejada de toda esta puta mansión, donde no te pueda ver, eso sí es que quieres que no se repita lo de hoy" sonrió y se fue.

Gulf tembló. No entendía nada.

Esa noche lloró como nunca antes. No se atrevió a ir a su habitación, así que se quedó en una de los sirvientes.

Al día siguiente, cuando se sentó en la mesa. Su padre lo primero que hizo fue interrogar sobre su labio roto, cuando estuvo a punto de decir la verdad, Mew hablo.

"Seguramente se habrá caído jugando. Con lo tonto que es mi pequeño hermano"

Gulf realmente no supo qué decir, y asintió.
Pensó que todo sería lo mismo que antes.

Que equivocado estaba. Porque solo empeoró