¿Nuevo trabajo?

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Ver a Angelique y Jayden besándose me hizo sollozar más, pero no, de seguro alguien con malas intenciones habrá hecho esa imagen, Jay jamás me sería infiel, mucho menos con mi mejor amiga que es como mi hermana.

Me levanto y seco mis lágrimas acostándome, de seguro mañana será un mejor día.

Al día siguiente amanezco con un mal sabor de boca, literalmente me siento paranoica mientras tomo el taxi para ir a mi trabajo.

-¿Se encuentra bien, señorita?-pregunta el taxista mientras suspiro viendo por la ventana.

-Sí, no se preocupe-le sonrió agradeciéndole.

-Vale.

Pasan los minutos y decido encender mi celular, con la esperanza de recibir algún mensaje de Jay, pero nada. No hay ni siquiera una llamada.

No entiendo, dice amarme pero ni por hipocresía me ha escrito un "hola". En fin.

La cafetería Flores exóticas me recibe y le pago al señor, deseándole lo mejor en su día y me bajo arreglando mi uniforme que consiste en una blusa polo blanca con filos negros, un pantalón de tela negro y zapatos bajos del mismo color.

Al abrir la puerta la campana suena y todos mis compañeros voltean a verme, fruncí mi cejas al notar que me veían con tristeza. Elizabeth se me acerca pero otro de mis compañeros la interrumpe hablando:

-Lea, el jefe te está esperando en su despacho-dijo y se fue a seguir limpiando.

¿Porqué todos huían de mí?, sigo caminando pasando por las mesas y saludando a todos, pero ellos siguen con cara de terror.

Cuando llego al despacho de mi jefe mi corazón empieza a bombear más de lo normal y me asusto dando dos golpes a la puerta café, rogando que no sea nada malo lo que tenga que decirme.

-Pasa, Lea, y siéntate-el viejo calvo abrió y señaló la silla.

-Buenos días, señor, espero que se encuentre bien-hablo, sentándome y juntando mis manos encima de mi abdomen.

-Igualmente, Lea. Seré sincero, las opciones que me has dado no han servido para nada en la cafetería; en vez de subir a bajado incontrolablemente, y eso no me favorece.

-Pero, señor, le he dado las mejores opciones en marketing, solo que usted las ignora, no entiendo como es que me dice esto-<<no es justo lo que me está diciendo>>, pienso.

-Estás despedida-abre y cierra una de sus gavetas, tirándome un sobre café sobre su escritorio -lo de este mes, por tu liquidación ven en una semana.

¿Qué?, ¡esto no puede ser!

-Es un maldito viejo calvo que ni siquiera su esposa soportó. Ahora entiendo porqué lo dejó-me rio cogiendo el sobre y me levanto-Púdrase, que tenga buen día jefe.

Cuando salgo del despacho empiezo a llorar porque es una maldita injusticia. Viejo de miércoles, si la cafetería se fue a la quiebra fue porque se pasó mis métodos por donde no le da el sol.

-Lo siento, hicimos lo posible para que no te despida-lamenta Jenny abrazándome y yo niego dejando un beso en su mejilla.

-Ay Lea, lo siento tanto, amiga-abrazo fuerte a Elizabeth y niego armándome de valor y así poco a poco voy despidiéndome de mis ex compañeros, algunos lloran y otros bajan la cabeza, tristes. Siempre me llevé muy bien con todos.

Salgo de la cafetería con el único pensamiento de que me vengaré; no vale la pena llorar por algo sin importancia, los trabajos van y vienen.

Andando por las calles un anuncio llama mi atención y hace que lo arranque de donde está pegado.

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⏰ Última actualización: Sep 11, 2023 ⏰

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