0.9

110 13 53
                                    

Daryl.

Debí suponer muchas cosas antes de que siquiera pusiera sus ojos encima mío como una joya brillante y nueva.

Su sonrisa de lentejuela y los pómulos más detallados que había visto. Cuando Lottie me miró debí suponer que aquello no terminaría allí, en nuestro intercambio de miradas ni en el champagne que mandó abrir.

En ese preciso momento, estaba consciente de todo lo que iba a venir, pero no me importaba perder todas mis cartas. Porque si para ella estaba bien, estaría bien para mí.

Sus ojos verdes brillaron y tal vez, si la emoción silenciosa y atracción imprevista, yo hubiera pasado de ella. En clase, si me hubiera permitido a mi mismo admirarla por cinco segundos más de lo debido, hubiera retrocedido mil pasos hacia atrás y me alejaría, sería más listo, porqué... ¿Por qué apegarse a alguien que jamás te elegiría?

Dos pasos, ignorarla, correr e internamente protegerme. No eran acciones difíciles, no eran la gran cosa, no, no necesitaba ser lo suficientemente para saber qué no debería estar ocurriendo.

-Hey-Saludó. Solo podía pensar en una cosa; Sí los diamantes eran estúpidamente perfectos, entonces ellos no eran nada comparados a ella y su maldita voz que siempre me había parecido escuchar antes de fondo en la cafetería.

Debí callarme, debí sacar el estupido tonito engreído, sarcástico y sabelotodo de mi boca. No lo hice.

-¿Hm?-Mantuve mi mirada en sus ojos por menos de diez segundos, los suficientes para que lo notara antes de seguir debiendo el champagne.

-¿Quieres ir afuera?

Asentí.

Lottie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lottie.
Mi boca tocaba los puntos frágiles de su boca encima suyo, con mis piernas en su regazo y sus manos en mi cintura.

-Lottie-susurró en mi oído. Daryl tenía un hilo de dudas en el fondo, demasiado miedo tan crudo, tan real que podía sentirlo con las yemas de los dedos sobre su camisa.

No había sido intencional, ni nuestra reciente amistad de hace una hora y 45 minutos, ni el rollo en proceso en el que estamos, nada, después dos años en la misma clase, con todos mis supuestos amigos rodeando sus brazos a los míos y las miradas sin interés que siempre pensé que nos dedicaba, no lo veía como algo probable, habia pasado demasiado rapido, pero eso no significaba que no disfrute el proceso.

-Yo quiero hacerlo, ¿Tú quieres?-Dejé flotando la pregunta entre nuestra diminuta distancia. Lentamente fui soltando mis manos de su torzo para que no lo sintiera como presión de mi parte.

-No quiero ser el tipo de personas que olvidas en una noche ni tu polvo de graduación.

Sus manos se alejaron de mi cintura justo antes de que me moviera al asiento del copiloto y me recostara sobre este.

Volvió a juntar nuestros dedos con cuidado mientras hablábamos.

-No eres mi polvo de graduación-Le corte, me coloque de costado para ver bien su rostro, tenía unas facciones preciosas, una mandíbula perfecta, y ojos mieles atentos, si tuviera mi cámara conmigo hubiera guardado ese momento conmigo por siempre. Bromearía y le prometería que la borraría en cuanto llegara a casa, fingiría que no la tendría el álbum de mis fotos favoritas, el álbum del que nadie conocía.

Encarnó una ceja y luego apuntó con su mirada a nuestros cuerpos casi completamente descubiertos.

Sonreí casi riendo.

-Fuiste mi proyecto a polvo de graduación-Corregí.

Sin dudas era más fácil bromear del asunto que dejar sonrojar mis mejillas como si yo no estuviera consciente de lo que había hecho quince minutos atrás. No me gustaba eso de fingir que estaba realmente avergonzada por "la palabra con S"

-¿Eso es algún tipo de premio de consuelo?

Daryl también se lo tomó con humor y eso me dio un poco de tranquilidad.

-Depende de tí, cariño.

Me sonrió otra vez y luego dijo;

-Entonces... tal vez debería irme.

Soltó mi mano para deslizarse fuera del auto. El frío me irrumpió de repente.

-No tienes que irte-Ahora era yo quien sostenía su mano-No tenemos que empezar así, tampoco terminar en este momento, podemos ser amigos.

-¿Quieres que seamos amigos?

-¿Tú no?

-No sé si podríamos.

-Me he divertido más en 45 minutos contigo antes de esto que con todos mis supuestos amigos.

-Me he divertido más en 45 minutos contigo antes de esto que con todos mis supuestos amigos.

-Me iré a Londres en dos semanas, Charlotte.

-Deja de pensar demasiado, intercambiamos números, puedes llamarme cuando ingresemos a la universidad.

-¿Tienes alguna servilleta?-Preguntó.

-No, pero en el compartimiento al lado del freno de mano hay un bolígrafo.

Me lo paso y yo arremangue la manga de su camisa.

-Lottie-Repase mi nombre debajo de mi número-. Con dos "T" no lo olvides.

Le dí el bolígrafo y estiré mi brazo para que escribiera sobre él.

-Daryl-. Leí cuando terminó y me mordí levemente el labio.

-Con letra fea, no lo olvides.

-No lo haré.

Me regaló una sonrisa.

-Bien.

-Perfecto.

Tomé con mis manos su rostro hasta el mío, pero él lo culminó en un beso antes de que pudiera tomar delantera.

-Podría invitarte un café-. Volví a sonreír-Un café para dos.

~
NOTA DE AUTORA: DIOS, BUENO, PRIMERO QUE NADA FELIZ CUMPLE LOUIS, ah, y felices otras fiestas, qué la pasen re bien, las amo.
SEGUNDOOOO, MIS NENES ESTAN OFICIALMENTE AQUÍ, LLEVO MESES PLANEANDO TODO Y ESTOY DEMASIADO EMOCIONADA, MUY MUY FELIZ.
NO SÉ NI QUE DECIR ASÍ QUE, NO ME EXTRAÑEN MUCHO, ESTOY VOLVIENDOOO.

~ayeee.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 26, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Café Para Dos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora