Contenido Sexual, leer bajo su propia responsabilidad.
Pareja: Wanda x Kate Bishop x Natasha x Lectora
Versión Deluxe (Con gifs y audios explícitos)
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Te despertaste sobresaltada sin comprender muy bien de dónde venían esas repentinas molestias. Pietro te sonrió sentándose a tu lado y acariciando tu cabeza.
—¿De nuevo las pesadillas? —te pregunto besando tu mano y tu negaste. No eran pesadillas. Eran espasmos extraños que comenzaste a sentir desde hace un par de días. —¿Le preguntaste a Strange? —Pietro te pregunto casi leyendo tu mente.
—Me dijo que solo estoy nerviosa. Pero no le creo. —dijiste haciéndolo reír.
Lo regresaste a ver y por un segundo su rostro, del Pietro que siempre habías conocido cambio. Retrocediste un poco y volviste a ver a tu novio de años ahí. Él ladeó tu cabeza y tu cogiste su mano.
—Creo que mejor me quedó. —él dijo tomando tu barbilla. Tu negaste
—Estaré bien. —le dijiste besando sus labios
—Si yo te la cuido. —Natasha dijo abriendo la puerta sonriéndoles. Pietro se carcajeó levantándose. —Bucky ya te espera en la nave. Muévete. —la pelirroja le dijo nalgueándolo.
Él te dio un último beso y paso por donde Natasha. —La cuidas. —le dijo apuntándole con su dedo y la pelirroja asintió.
—¿Sigues con pesadillas? —ella te cuestionó sentándose en la cama y tu negaste.
—No son pesadillas, son como visiones extrañas. —le dijiste más calmada procesando lo que te pasaba.
Para todos en SHIELD siempre había sido extraño tu poder y es que no era fácil de explicar tu conexión interestelar. Era un poder inútil cuando no había guerras cósmicas ya que básicamente no había nada más que hacer. Pero cuando vino Thanos todos comprendieron que para algo servía esa conexión telepática con el resto de planetas.
—¿Que te cuentan los planetas? —Natasha bromeo acostándose a tu lado y metiendo su mano en tu blusa.
—Que andas cachonda. —bromeaste y ella río.
—Mira yo también escuche eso. —la pelirroja dijo sarcástica sentándose sobre tu cadera.
—Desde que con Pietro aceptamos abrirnos a más parejas no has hecho más que aprovecharme eh. —le dijiste sonriendo mientras subías tus manos por su cadera.
La pelirroja sonrió y asintió. —¿Eso es una queja? —te dijo molesta y tú arqueaste la ceja.
—Puede que. —la desafiaste y ella se paró de tu regazo y alzó el short de tu pijama exponiendo tu trasero. Para darte una nalgada.
