Capítulo único

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Con su mirada y su mente concentrada en cierta chica que todo quieren tener más que en su clase. Luz estaba descifrando si sí o sí no al menos cuando todo acabe decir adiós.

Amity no entendía ¿por qué Luz se ponía así cada vez que se besaban? No era la primera vez que esto pasaba, un día era "hola" y mañana un "no", le confundía cuando se contradecía diciendo que eran amigas y después despertar juntas.

"¿Los amigos se besan en la boca?"

Si ellas no querían nada ¿por qué siempre se llaman? Algunas veces se cuentan sus despechos, los daños que les han hecho y luego simplemente dicen que se adoran.

"Nadie te quiere como lo hago yo"  Pero como siempre, al día siguiente parecieran no querer verse. 

"Nadie te entiende como lo hago yo" tal vez demasiado pero no lo suficiente.

Tal vez era el juego de su ego que cada vez que se besan se desarma como un lego, como si ser amigas fuese a tiempo completo pero besarse un culposo, adictivo e inevitable pasatiempo.

¿Eran realmente...eso?

Amity no ha tenido muchas amistades por culpa de sus padres y las exigencias que estos le daban, pero sabía que los amigos no duermen juntos ni discuten el futuro, no toman el camino largo a casa para conversar de la mano tomadas, los amigos no se escriben que se extrañan a las tres de la mañana como ellas lo hacían.

Como si no quisieran regalar su corazón ni dejarle entrar a ese lugar donde nace su amor que no pueden expresar con libertad. No podían entregar sus labios rotos que querían besar, que querían curar, que querían cuidar con todo su amor.

No podía con la mirada de la latina ni su tierna voz, como su mano y su mano tomadas cuando se dieron el primer beso y todo cambió aquella tarde en la biblioteca hace ya más de cuatro meses.

Es raro el amor, simplemente llega se te aparece cuando menos piensas, no importa el tiempo, ni la raza ni el peligro.

Y es que es un gran secreto de que quiere algo más, algo distinto, ver a la humana a su lado en cada amanecer y el miedo a delatarse es su propio enemigo. Aún recuerda la locura y el miedo, pero no puede más. Los ojos tan lindos de la Noceda le hacían mal y bien, estaba tan enamorada, no tenían hijos pero igual los podía ver... en su mente claro, pensando en un futuro casi imposiblemente perfecto con ella.

Le diría que tiene suerte de tenerle... si fuese real, pero no es real. Es solo su imaginación, es solo una alucinación. En la realidad no estaban juntas, eran...amigas. 

"Es solo una tonta ilusión"  le decía su mejor amiga Willow y esperaba a que fuera solo eso... una rara reacción que se le pasaría en eun tiempo.

Pareciera que Luz quería ir a su propio ritmo, ella va más veloz, pero Amity un poco lento. Quiere más y ella un poquito menos.

Es tan difícil fingir una sonrisa y una mirada de enamorada, quizá seguirla a todas partes no era bueno para disimular su amor.

...

Faltan dos minutos para salir de clases y ponerle un fin a todo esto, aunque ya no le faltaba valentía seguía siendo vulnerable, siempre lo fue, siempre fue débil a los encantos de la morena. Había aprendido a camuflar sus heridas y a convivir con ellas sin decirle adiós, ese tiempo debía terminar ahora.

Es que tiene miedo de que cambie todo, no es timidez, más bien es sensatez.

La campana sonó y el maestro les dejó retirarse del salón. La latina no dijo absolutamente nada, ni siquiera se despidió de sus demás amigos, simplemente se fue apresurada como si de su vida dependiera de ello. Amity miró a su alrededor para asegurarse de que nadie les observara cuando el momento llegara y le siguió cuidadosamente. Quería ser honesta con quien amaba pero no había de otra.

— No luz, no juegues conmigo, no somos amigas, las amigas no se besan en la boca...¿o -o si? — se preparaba en su mente para decir algo a su crush, los nervios empezaban a aparecer y sentía que no podía...— Al carajo, ¡Le diré todo! Luz...Luz yo... quiero estar contigo. Por favor confiemos las dos y hablemoslo directo.

Lastima que lo que la hizo reaccionar no fue nada bueno.

— ¡Hola amor, ya llegué! — gritó Luz corriendo hacia una persona que no era Amity, otra persona de la cual no parecía amiga... sino algo más.

Finalmente no había nada que hablar, ya no cabe una carta más sobre la mesa y aunque a Amity le pesa eso, es la verdad.

Tal vez cuando Luz termine esa nueva relación regresa a su puerta con la certeza de que sigue abierta, siempre lo estuvo y quizá siempre lo estará. Al final fue su decisión.

Quizá en un tiempo Luz le vuelva a contar sus despechos, el daño que le han hecho para luego decir que se adoran, después de todo...

"Los amigos no se enojan si te gusta otra persona".

Los Amigos NO Se Besan En La Boca [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora